XVI

234 26 2
                                    

-¿No vienes?- preguntó Obi-Wan mientras bajaba un acantilado junto con Anakin.

-¿Es broma o que? Ni muerto bajaría ahí...- respondió Jaybo mientras observaba a los Jedi ir por la raíz de Reeska.

-¿Eso significa algo?- preguntó Anakin.

-Descuiden, es simple, sigan la planta hasta el suelo y saquen las raíces, pero no toquen el tallo- Advirtió Jaybo.

-Ademas de lo obvio, ¿Porque no?- preguntó Obi-Wan.

-Porque no les gusta a las plantas y tienen dientes grandes y afilados- puntualizó el iegeano.

-Esto se pone cada vez mejor- respondió Anakin con sarcasmo, solo logró aumentar la ansiedad.

-Y cuidado con el sandu volador- gritó Jaybo.

-¿Que es un Sandu?- preguntó Anakin.

-No estoy seguro- respondió Obi-Wan.

Segundos después el sandu volador salió de la roca donde estaban los Jedi escalando, era un animal grande, de forma de murciélago y carácter asustadizo, Anakin tuvo una idea, al ver salir el animal de la roca, brinco y se agarró en una de sus patas, por unos segundos estuvo colgado dando vueltas porque el sandu quería que lo soltará, Anakin tuvo una idea mejor, movió al Sandu cerca de donde estaba su maestro y le gritó que saltará a la otra pata del animal, y con el peso de los dos, el animal los bajaría y no perderían tanto tiempo.

-Esto no va a funcionar- exclamó Obi-Wan, colgado del Sandu.

Jaybo solo veía divertido lo que le sucedía a los Jedi.

El Sandu los llevo hasta el fondo del acantilado donde se encontraba la raíz de Reeska, en el momento que se soltaron del Sandu pegaron con el suelo, dieron varias vueltas y para la mala suerte de los Jedi, tocaron el tallo de la planta, Obi-Wan prendió su sable de luz zafiro a la par que le dijo a su compañero que tenía un mal presentimiento, mientras que Anakin sacó su pala, al principio Anakin tuvo dificultades con sacar la raíz y Obi-Wan solo lo apresuraba el cual alteró al Jedi.

-Anakin corre- apuró Obi-Wan, segundos después volvió hablar, -Anakin, ahora-

-Ya voy, ya voy- exclamó Anakin nervioso.

Segundos después varias plantas carnívoras, gigantes y de dientes aflilados empezaron a perseguir a los Jedi, en el momento que Anakin cortó la raíz, ellos corrieron hasta llegar a la roca del acantilado, pero las plantas eran enormes y los estaba alcanzando, los Jedi usaron sus sables de luz, y cortaron varias de las cabezas de las plantas y así se liberaron.

Llegaron a la boca del acantilado y los recibió un Jaybo alegre.

-¡Lo lograron! ¡Lo sabía!- gritó Jaybo al ver los Jedi.

-Que gusto verte Jaybo- dijo Obi-Wan mientras salía cansado del acantilado junto con Anakin. Había sido una experiencia que jamás olvidarán.

Jaybo los llevo al pueblo de Iego, donde les explico que había pasado después de que los cargamentos de especies dejaron de ir al planeta, explicó que fuera de eso, eran uno de los millones de mundos que nadie les importaba, Obi-Wan no le gusto oír eso, pensaba que cuando salieran de ahí, el podría hacer el algo por ese planeta y su gente. Después Jaybo volvió a tocar el tema de la maldición, ahí salió un Quarren, que les advirtió de la maldición del planeta.

-Una maldición, el planeta está maldito- advirtió el Quarren.

-¿Quien lanzó esa maldición querido amigo?- preguntó Obi-Wan.

-El fantasma de Drol, ¿Quien más?-

-¿Un fantasma?- preguntó Anakin.

-El espíritu de las mil lunas, nuestro protector y destructor-

The Clone Wars (Editando y actualizando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora