Cigars And Sweets ( Death Note × Oc )

45 parte

De pronto el móvil de la chica comenzó a sonar. Tenía treinta llamadas perdidas de Light. Asustada tiró el teléfono por la ventanilla del coche para que no pudiese rastrearla:

- Mierda... - susurraba la chica repetidas veces

Mello la observaba entrar en pánico con los ojos abiertos:

- Tengo que volver, si no lo hago...

Rápidamente pidió detener el coche. El rubio estaba completamente confundido ¿Iba a dejarlo ahí? ¿Que estaba pasando? ¿Quien había llamado? Millones de preguntas invadían su mente, Alice pensó que ahora que había puesto a Mello fuera de peligro debía volver:

- Te llamaré Mello, estaremos en contacto - aseguró mientras salía del coche

El de ojos azules no tardó en detenerla y agarrar su brazo, la última vez que le dijo que se mantendrían en contacto, fue mentira:

- Ahora que estoy aquí no hace falta que te pongas en peligro, yo te traeré la cabeza de Kira en bandeja, puedes quedarte a mi lado.

Alice se soltó de su agarre y le dedicó una mirada triste:

- Se lo debo

Tras terminar la frase pidió un taxi y se fue. Dejando a Mello completamente decepcionado ¿Se lo debía? ¿A quien? ¿A Beyond? O tal vez... Su rostro se arrugó, no era posible ¿A L?

Alice pidió un taxi y llegó a la guarida de la policía en poco tiempo, entró en la habitación y pudo ver en el rostro de Light lo increíblemente enfadado que estaba. Su mandíbula temblaba, parecía tratar de mantener la compostura:

- Lo siento, tuve una noche dura, desperté en la cama de un desconocido en la otra punta de la ciudad.

Ninguno se extrañó al escuchar esto ya que no era la primera vez, el único que captó su mentira fue el castaño y apretó los dientes aún más.

Ryuk reía descontroladamente, sin embargo, se detuvo ante la aterradora mirada de Alice.

Light le pidió a la chica hablar fuera, a solas, estaba terriblemente enfadado, había desaparecido durante 2 días enteros:

- ¿Se puede saber a qué demonios juegas Alice? - preguntó el chico alterado

La rubia se puso algo nerviosa, quizá hubiese sido mejor quedarse con Mello, debía pensar en algo rápido o estaría jodida.

Rápidamente la chica colocó una sonrisa burlona en el rostro y acarició la mejilla de Light:

- He salido a comprobar unas cosas, no te preocupes.

La mirada serie de Light no se iba de su rostro:

- No confío en ti, a partir de ahora no saldrás, dijiste que tenías una Death note, te creí porque aquellos asesinos murieron, pero no te he visto con ella ni una sola vez.

Alice rodeó con sus brazos el cuello del chico:

- Escúchame bien Light, esto se va a hacerse a mi manera, si no te gusta, me iré y créeme, tienes mucho que perder.

De pronto su mirada cambió, era una mirada dulce y llena de comprensión, abrazó a la chica y ocultó su rostro en su cuello para posteriormente besarlo creando un escalofrío en la chica:

- Es solo que tengo tanto miedo, no quiero tener que preocuparme por ti, tengo muchas cosas en la cabeza.

- No necesito que nadie se preocupe por mi, no soy de cristal. - aquella frase parecía más algo que se decía a ella misma que al castaño.

Alice abrazó de vuelta al chico, este se reincorporó y sin que la rubia lo esperase la besó. No era la primera vez que se besaban, pero siempre que lo hacían la chica se sentía increíblemente incómoda.

Light detuvo el contacto y tras darla un beso en la frente volvió a entrar. Alice prendió un cigarro y salió a la calle para tomar aire, se había acostado con muchos clientes, pero sin duda aquello le resultaba mucho más repugnante.

De pronto el teléfono de la cabina de al lado comenzó a sonar, Alice pensó que era pura coincidencia pero el molesto sonido no se detenía. Al final pisó su cigarrillo y contestó:

- ¿Si?

- Alice, me encontré con Near hoy - dijo Mello con la pistola en la mano al otro lado de la línea - le pedí nuestra fotos - hizo una pausa - por cierto, tienes cámaras por todo tu apartamento, también le conté acerca del shinigami

- Mello

El rubio pareció captar lo que estaba a punto de decir la rubia:

- Deberíais ayudaros, estoy preocupada por ti

Lo siguiente que escuchó fueron los tres pitidos indicando que había colgado la llamada. Alice se dejó caer en la cabina, nadie podía entender lo que estaba sufriendo.