Aclaraciones: Death note y las imágenes utilizadas no me pertenecen, crédito a sus respectivos autores
Disfruten ❤️
Allí estaba ella, en mitad de toda la muchedumbre llevándose un cigarrillo barato a los labios. Rió para si misma mirando su reflejo en la copa de un Martini blanco y esnifó lo poco que quedaba de algunos polvos que la habían ofrecido antes de entrar al club. No sabía que eran y tampoco le interesaba, necesitaba algo fuerte, quería olvidar hasta su nombre.
Después de esto, se quitó la chaqueta tirándola en alguna parte de aquel antro, dejando ver su increíble vestido rojo de gran escote y ceñido a majestuoso cuerpo de modelo.
Notó como varios hombres la miraban lujuriosos y ella simplemente sonreía con picardía, como si supiese que podía despertar el interés de cualquiera en el lugar. Sin duda, todos allí sabían que ella era mejor que cualquier stripper de la zona, era una realidad. Acostarse con ella era un logro equivalente a que les tocase la lotería.
Comenzó a mover sus caderas al ritmo de la música en medio de la pista, sin ser muy consciente de lo que hacía, las fuertes luces la mareaban y el murmullo constante la dejaba en trance.
Al parecer, la mezcla de sustancias empezaba a hacer su trabajo. Varios sujetos se acercaron a ella con intencion de aprovecharse de la situación para poder llevársela al motel más cercano. El que más dinero la ofreciese lo habría conseguido de no ser por un hombre de edad avanzada y sombrero de copa que entró en el lugar, cogiendo a la chica del brazo y sacándola de allí.
Sin entender bien la situación simplemente rió divertida ante lo sucedido y se acercó al hombre que vestía de negro. Pensó que quizá podría hacerla un buen precio por una noche, el abrigo que llevaba era, sin duda, muy caro. Sin embargo, su cara cambió cuando oyó su nombre salir de su boca:
- Señorita Alice - exclamó con voz profunda pero de manera cortés
Abrió los ojos con asombro, era la primera vez en varios años que oía ese nombre, lo odiaba. Después comenzó a reír a carcajadas y se acomodó contra una pared para encender el quinto cigarrillo de la noche y observar con más detalle al hombre que se escondía detrás de un sombrero:
- ¿Que es lo que quiere de mi el gran L para mandar a su perro hasta aquí? - preguntó dejando que el humo del tabaco saliese de sus pulmones manteniendo una media sonrisa socarrona
El anciano miró directamente a los fríos ojos de la mujer. Sintió como le costaba coger aire. Su mirada parecía absorberle y a la vez ella parecía disfrutarlo mirando al anciano con superioridad:
- Ya debes saberlo, vendrás a Japón, así lo ha decido él - sentenció queriendo acabar rápido la conversación - le ruego la mayor discreción posible
La mujer se mofó del hombre y tiró el cigarro al suelo para pisarlo con la punta de su tacón:
- Si sois capaces de pagar lo que valgo lo haré, será divertido. Últimamente nada me excita, debéis estar en un buen lío para tener que pedirme ayuda - dijo para después desaparecer en el callejón dejando que sus tacones hiciesen el suficiente ruido como para anunciar su partida.
Llegó a su pequeño apartamento en mitad de la ciudad. Se sentó en el sofá sin cambiarse de ropa y sacó su teléfono. Necesitaba dinero y droga. Ojeó sus contactos buscando algún cliente dispuesto a darla una buena suma, al final dió con el hombre adecuado. El jefe de una empresa con el que se había acostado un par de veces, sin lugar a dudas un pez gordo. Lo llamó y le hizo saber lo sola y desesperada que estaba. Este no tardó en llegar en su deportivo rojo, con su camisa de marca, y reloj ridículamente caro.
Esa noche tuvieron sexo hasta tarde y consiguió todo tipo de sustancias a buen precio. Al despertar a la mañana siguiente, encima de la cama solo había un fajo de billetes y varios narcóticos. Sonrió satisfecha con el reloj del hombre en el cajón de su mesilla, robarselo había sido como quitarle una golosina a un niño.
Se levantó de la cama al ritmo de "Friday I'm in love" y comenzó a hacer las maletas mientras bailaba en ropa interior.
Una vez todo estuvo listo recogió todo el dinero que había ahorrado de debajo del colchón y se montó en un taxi después de colocarse un llamativo vestido color turquesa que había una bonita concienciación con sus ojos.
Una vez dentro del vehículo, no paro de vacilar al conductor con propuestas indecentes o insinuaciones absurdas que este trataba de ignorar.
Al bajar del vehículo llamó la atención de todos con su cuerpo bien proporcionado y su mirada altiva. Comenzó a caminar hasta el aeropuerto balanceando sus caderas hasta que sus pasos se detuvieron al ver a Watari esperándola para subir al avión.
En el viaje el anciano la informó de la situación brevemente cosa que ella desconocía debido a su poco interés en temas de interés popular.
Tras una breve charla y flirtear brevemente con uno de los azafatos comenzó a investigar un poco sobre la situación. Después de un par de horas leyendo sonrió y susurró "con que Kira eh..." Se mojó los labios con la lengua.
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Cigars And Sweets ( Death Note × Oc )
FanfictionSe llevó un cigarrillo a los labios y se prometió a sí misma en alto: "a este juego pueden jugar tres, pero yo voy a ser quien gane la partida" Portada editada por Rideilia666 ❤️