Confident. (Luke Hemmings)

Cuarenta y siete. (Final)

La cabeza me daba mil vueltas. Sabia que estaba en una furgoneta, pero no sabia la dirección hacia donde íbamos.

Sarah estaba a mi lado amordazada y llorando. Siempre tiene que pagar por los demás cuando no tiene ninguna culpa.

-No llores, tranquila.- Susurré cerca de ella, acariciando su mejilla como más o menos podía.- Saldremos de esta, Luke estará buscándonos ya y saldremos ¿Esta bien?

No creo que me este creyendo, es más, ni yo misma me creo.

Espero que Luke venga a buscarnos o al menos sepa que no estamos en el centro comercial.

Después de unos 10 minutos de camino, la furgoneta frenó de golpe haciendo que me golpease fuertemente en la frente contra la pared de la furgoneta. Suerte que Sarah llevaba el cinturón pero me olvidé de completo.

No pensaba en el cinturón de seguridad mientras estamos secuestradas por un gilipollas.

-Tranquila Sarah, estas conmigo y mientras estés conmigo no permitiré que te toque ni un pelo ¿Vale?.- Ella asintió con la cabeza mientras me acercaba más a ella. Me quede de nuevo a su lado hasta que la puerta se abrió de golpe.

En la puerta estaba James con su sonrisa asquerosa.

Sarah se tensó a mi lado, su mirada estaba enfocada en la mano de James. Seguí su mirada hasta encontrarme con la mano de James, la cual sostenía una pistola.

Los nervios eran cada vez más y más, Sarah no paraba de llorar y no soltaba su agarre de mi camiseta.

"Debo ser fuerte por las dos"

O al menos lo intentaría, realmente estaba demasiado asustada.

-Vamos, bajad de ahí.- Pronunció James sin apartar la mirada.

Este tío cuando nació, se apretó con el cordón umbilical.

-Claro, ahora mismo.- Ironicé señalando nuestras manos y los pies los cuales estaban atados.

-Oh, no te alteres.- Gruño desatando mis pies y seguidamente me empujo hasta caer al suelo.

"Será hijo de puta"

Observe en silencio como sacaba a Sarah de la furgoneta y la dejaba en la silla, a mi lado.

-Tienes un poco de sangre en el labio.- Dijo señalando mi labio inferior.-Puedo solucionar eso.

Se acercó hacia mi, cogió mi cara con sus asquerosas y sucias manos y se lanzó a mis labios.

Esquivé cómo pude sus labios. No eran los de Luke, y yo solo quiero los de ese rubio idiota.

-¡Sueltame!.- Exclamé girando la cara hacia ambos lados, cada vez me estaba cabreando más y sabia que nada bueno pasaría.

James apretó más su agarre en mis mejillas para así controlarme. Estas muy equivocado.

Cuando estaba cerca de mis labios escupí en su cara con todo el asco acumulado que le tenia. No ha sido buena idea pero es tarde para remediarlo.

Con su mano se limpió el rastro que mi saliva había dejado esparcida por su cara, se acercó más a mi y pude ver en sus ojos que estaba bastante furioso.

-No debías de haber echo eso, zorra.- Su mano voló en dirección hasta mi mejilla, intente esquivarlo pero fue casi imposible.

Giré hacia un lado la cara debido al golpe que me había dado aquel hombre o animal. Sentía como empezaba a picarme mucho y los ojos se estaban aguando debido a la maldita impotencia de no poder hacer nada.