Confident. (Luke Hemmings)

Treinta y siete.

Después de pasar aquella tarde con Luke viendo las películas no nos hemos vuelto a ver, no hemos perdido el contacto ya que siempre se preocupaba en escribirme algún mensaje o algo, me contó que ya tenia algunos problemas medios resueltos y que su prima no le dejaba ni un solo segundo.

Todavía sigo molesta por sus actos, pero a quien quiero engañar, el puede hacer lo que quiera ya que no hay nada entre nosotros pero el hacerlo justo con mi amiga, si me cabrea.

He notado como intenta que vuelva a confiar en él y eso me gusta, poco a poco lo va consiguiendo pero no le pienso decir nada al respecto.

Ultimamente no he sabido mucho de Calum, solo cuando viene alguna vez y me pide consejo aunque siento que esta cambiado de consejera.

Los demás siguen igual, por lo que leo en nuestro grupo de whatsapp todo sigue bien, Jess y yo seguimos sin hablar mucho entre nosotras y entre ella y Luke creo que igual.

(...)

Por fin empiezo las practicas, he estado tan nerviosa que apenas he dormido tres horas seguidas. Tengo que estar a las diez de la mañana para que me enseñen las instalaciones y de ahí creo que me quedo en el área social.

El centro es bastante grande y amplio, casi todo el personal son de practicas pero se les asigna un tutor, todavía no se que tutor tendré, solo espero que no sea borde porque si no, me temo que saldremos mal.

La señora que me estaba enseñando el edificio se marchó, dejándome sola en medio de no se donde.
Comencé a dar vueltas hasta que vi donde quedaban las taquillas, tengo que ir a recoger mi uniforme.

Me gusta este centro, ya que es para una mejor adaptación en el entorno y son unos tres meses de verano para que cuando vuelvan a la rutina, todos los niños de aquí tengan una mayor autoestima.

Una vez en las taquillas abrí la mía y saque el que seria mi uniforme, un pantalón blanco y una chaqueta igual, he de decir que parece más el uniforme de un medico. Podría ser más colorido ya que estamos con niños pero bueno, al menos la camiseta puede ser de colores.

Cuando me termine de preparar decidí dejar la chaqueta en la taquilla, hacia como 36 grados en la calle.
Seguí investigando el centro hasta las doce que los niños comienzan a venir, estaba todos los pasillos vacíos, no había nadie y puedo decir que parece más un escenario de alguna película de terror.

-¿Eres alguna alumna en practicas verdad?.- Me preguntó una voz femenina detrás de mi, me gire y vi a una señora no muy mayor sonriéndome, llevaba el mismo uniforme que yo.

-Si, Danna encanta.- Sonreí a aquella señora.

-Nos encontramos antes de tiempo entonces, soy Elisabeth pero llámame Eli mejor, soy tu tutora.

Oh bien, ya tengo tutora y se la ve simpática. Estuvimos hablando un rato hasta que quedaban unos minutos para abrir el centro, me dio unas indicaciones de lo que debo hacer ya que hoy es mi primer día y el de los niños.

Me dirigí a mi área, la sala era amplia y con varios juegos y varias mesas. No parecía como una clase de colegio y eso me gustaba.

Comencé a dar una pequeña vuelta por toda la sala cuando una pequeña tos interrumpió mi pequeño viaje por la sala.
Me gire y vi a unos 10 niños y niñas en la puerta, la mayoría tenían sillas de ruedas, otros llevaban ayudas para andar.

Bueno, que sea lo que Dios quiera.

El primer día lo pasamos conociéndonos, algunas de sus historias me hicieron emocionar.
Es injusto que un niño de tan solo 8 años tenga que permanecer en silla de ruedas porque un hombre borracho le atropellara.

Hay una niña que ya había visto antes. Ahora tenia que contar su historia pero la veo tan tímida que no creo que quiera.

-Yo a ti te he visto.- Susurró ella mirándote.- Fui yo la que sin querer te dio en el parque, lo siento.-Se disculpo agachando la cabeza-

-No importa, no fue nada.-Sonreí, me causó ternura.- Dime ¿Cómo te llamas?

-Sarah Hemmings.-Susurró mirándome.

¿Ha dicho Hemmings o soy yo que tengo una obsesión?

-¿Hemmings?.- Pregunté dudosa de haber escuchado mal.

-Si, Hemmings.

-Bueno, ¿Nos quieres contar tu historia?.- Pregunté cautelosamente.

Ella me miro, tenia los ojos aguados y supuse que la dolía recordar aquello.
Muchos de los que sufren se ven obligados a ocultar sus sentimientos y volverse reacios, en cambio otros con Sarah, se aferran a los sentimientos. Son situaciones muy distintas.

-No importa Sarah.- Sonreí mirándola, no quiero que se sienta obligada, vi como susurraba un pequeño gracias.

Suspire y vi que ya había pasando una hora, nos quedaba media hora. Realmente no sabia que hacer, no tenia nada preparado. Así que decidí que se pusieran a conocerse entre ellos.

Estaban todos hablando entre todos mientras yo me fijaba en como se relacionaban. La que me llamó la atención fue Sarah, los demás niños hablaban de algún tema en común, como fútbol o películas, pero cuando preguntaban a Sarah ella solo asentía o negaba.

No quería que el primer día se sienta agobiada, hablaré otro día con ella.

Cuando estábamos por irnos, les informe que mañana deberían venir con la persona más cerca a ellos, quiero saber que opinan sus familiares. Cada uno de los niños se pusieron a sonreír, todos tenemos una persona en que confiaríamos toda la vida y los niños también, bien sea sus padres o sus abuelos.

Me despedí de cada uno y se marcharon, lo bueno de este trabajo es que no son muchas horas, algunas por las mañanas y otros días por las tardes con grupos distintos.

Me planifiqué lo que haríamos mañana y vi que era la hora de comer. Me despedí de Eli, la cual me dio la enhorabuena y me marché a casa.

Narra Luke.

Vi como Sarah salía de las primeras, parecía aburrida y es normal. ¿Qué niño quiere pasar el verano en un sitio así? Ninguno, pero se que para Sarah seria lo mejor.
En cuanto me vio, una sonrisa se apodero de ella y me hizo sonreír cual idiota.

-¿Qué tal lo has pasado?

-Bueno, el primer día siempre es aburrido, mañana tengo que venir con alguien ¿vienes conmigo? Por favor.- Me rogó poniéndome carita de el gato con botas.

-Si, ire contigo.

Nos marchamos a comer, como la prometí que iríamos a por pizzas, fuimos a comprar pizzas. Las pedimos y nos fuimos a su casa a comer y ver alguna de las series que echan.

Cuando termine de comer le escribí un mensaje a Danna.

"Señora ocupada, ¿Te parece salir luego a dar una vuelta?"

Quería verla, y me siento tan estúpido e idiota, es decir, son ellas las que viene a mi y no al revés.

Maldita Danna.

Al cabo de un rato me respondió.

"No creo que pueda, perdón. Tengo que preparar unas cosas para mañana, si quieres mañana por la tarde, pero un rato Hemmings"

Siempre soy yo el que dice que no, pero Danna esta cambiándome y es frustrante.

"Esta bien, mañana nos vemos entonces"

Necesito verla, tocarla, necesito ver sus ojos mientras me fulmina por alguna idiotez, necesito ver su sonrisa, necesito abrazarla y besarla.

Si, soy un idiota. Yo antes no era así y no entiendo porque ahora si.