Cuarenta y cuatro.

231 16 0
                                    

Mis manos intentaban abrir la puerta, pero tener a Luke detrás besándome el cuello y repartiendo caricias por mi vientre, no ayudaba.

-Luke, si no paras no puedo abrir.- Reí mientras giraba para mirarle.

-Perdón, no me controlo y quiero besarte toda la noche.- Sonreí ante sus palabras y me acerqué a sus labios colocándome en puntillas.

-Tendrás toda la noche, pero déjame abrir antes.- Reí robándole un pequeño beso.

-Joder nena, como no abras ya tiro la maldita puerta.

Así no podía abrir, siempre tenia que decir algo y hacerme reír.
No le conteste y por fin abrí la puerta.

Nada más cerrarla, a Luke no le falto tiempo para acorralarme contra esta.

-Ahora si.- Sonrío sobre mis labios.- Eres toda mía.

Sus brazos me elevaron y enredé mis piernas a su alrededor.
Sus labios buscaron con ansiedad los míos hasta que los encontró.

-Hemmings, da la maldita luz antes de que nos caigamos.- Susurré en sus labios.

-Me conozco la casa boba.- Será cabezota de mierda.

-Si me caigo será como caerme desde un acantilado.- Exageré.

-Tan poco soy tan alto.-Mordió mi labio mientras empezaba a andar.

-Hasta que no des la jodida luz no te daré un beso.

-Esta bien, pero eso no me servirá para la próxima vez.

Una de sus manos que descansaban en mi cadera se marchó buscando el interruptor, me aferré más a él antes de caerme.

-Ya tienes la jodida luz.- Reí cuando dio al interruptor.

-Muchas gracias Hemmings, se que te ha costado mucho.

-Que irónica que eres.- Revoloteó los ojos lo que me hizo reír.

Me acerqué a sus labios dejando un casto y largo beso en ellos.

-Odio que hagas eso.- Confesó después de separarme.

-¿Que cosa?.- Reí de forma inocente.

-Que me beses así, en estas ocasiones quiero que me beses hasta dejarme sin aliento.

No le hice esperar más y me lancé a sus labios como el quería, y bueno también como yo quería.

Sus manos se agarraron con firmeza en mi cadera haciendo presión contra su cintura mientras que su lengua buscaba espacio para adentrarse en mi boca, sin dudar la deje pasar encontrándose con la mía.

Caminó hasta su habitación y me dejo en la cama suavemente colocándose encima de mí.

Sus besos bajaron hasta mi cuello y su pelvis hacia presión contra la mía. Podía notar como se ponía más alegre.

Sus manos fueron directas a quitarme la camiseta que llevaba y sin quejarme me la quitó.
Repetí sus mismos pasos para quitarle la camiseta.

Pasé mis manos por su pecho mientras sus besos bajaban a mis pecho.

Noté algo vibrando contra mí lo que hizo reírme.

-Hemmings, tu móvil.- Le avisé pero no me hizo caso.- Al menos quitatelo, es incomodo

Gruñó mientras se sacaba los pantalones y después se volvía a colocar encima de mí.

Sus besos volvieron a mis pechos que aún estaba cubiertos, pero por poco tiempo ya que desabrochó el sujetado que llevaba.

Confident. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora