Dieciocho.

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Estos días los he estado pasando en casa de los Smith, al menos conseguí buena paga.

Estaba caminando para ir a casa cuando un coche se paro justo a mi lado.

-¿Danna?

-Si, soy yo ¿Quién es usted?.- Pregunte al hombre que conducía, no me gustaba nada sus pintas.

-Necesito que vengas con nosotros, se trata de Luke.- Me fijé en él más detalladamente, era el hombre del parque.

-No, lo siento tengo prisa. Di a Luke que me envíe un mensaje con lo que quiera.

Seguí caminando, pero ahora más rápido, podía notar como el tan James me seguía con el coche por lo que me metí por una calle peatonal.
Decidí enviar un mensaje a Luke.

"Luke, creo que el hombre del parque me esta siguiendo"

No tardo en contestar.

"¿Estas segura Danna? ¿Donde estas?"

"Si, es él tiene ese tatuaje en el brazo. Estoy por la plaza principal, me seguía con el coche"

"Esta bien, voy enseguida no te muevas"

"Te espero en el puesto de comida rápida, no tardes por favor"

Reconozco que empecé a tener miedo. ¿Quién era aquel hombre? Me quede en el puesto que le dije a Luke cuando una voz aguda se escuchó detrás de mi.

-No deberías huir pequeña, será peor. Ahora vas a mover tu maldito culo hasta el aparcamiento ¿Entendido?

Era James, estoy segura. Luke ven rápido.

-No voy a ir a ningún lado.

No me podría hacer nada, la plaza estaba llena de gente. No seria capaz.
Cuando apretó su agarre en mi brazo quedándome inmóvil, vi su pelo.

-¡Luke! ¡En el puesto!.- Comencé a gritar mientras me ponía nerviosa, Luke pronto se dio cuenta cuando empezó a correr hacia mi.
Como si todo fuese un sueño, un pañuelo blanco se poso en mi nariz y en mi boca. No.

Sentí un pequeño mareo y vi como todo se volvía borroso, deje de notar el peso en mi cuerpo y como si de una pluma se tratase... comencé a sentirme sin fuerzas hasta caer al suelo.

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-Danna, despierta.

-¿Estoy muerta?.- Pregunté al escuchar su voz.

-No, estas aquí no te vas a librar tan fácil de mi.

Abrí los ojos con pesadez y vi a Luke.
Me tenia apoyada la cabeza en su regazo.

-Quiero agua.- Le dije sin apartar la mirada de la suya.

-Toma.

Me alcanzo un pequeño vaso con agua, me senté a beber cuando un mareo me invadió.

-¿Qué paso? ¿Quién era ese hombre? ¿Qué quería? ¿Tu estas bien?.- Le pregunte rápidamente a lo que él se río.

-Más despacio Danna, pasó que te desmayaste, nada más.

-Luke, no soy tonta.

-Solo quiero que lo olvides, estas bien y es lo importante. Lo siento pero no es momento de contártelo.

-¿Qué no es momento? Me drogaron una vez, y ahora esto ¿Cuando me lo contaras? ¿Cuando me maten?.- Comenzaba a ponerme histérica, pero llevo razón.

-No te van a volver a tocar, te lo prometo. Solo que ahora no es el mejor momento, ese carbón quiere algo que cree que tengo, no tengo nada.- Suspiro mirándome.- Lo siento, todo esto es mi culpa.

-Si, lo es.- Elevó su cabeza y me miro bastante mal diría yo.- Pero me da igual, solo dime que quiere y a lo mejor te puedo ayudar.

-No lo creo, si sigues estando cerca mío te harán daño otra vez, y no lo voy a permitir. No otra vez.- No entiendo que quiere decir.

-Explícate mejor Hemmings, no lo pillo.

-¿Y dices que no eres tonta?.- Preguntó mirándome con una sonrisa que me llevo al cielo.

-Hemmings...-Le advertí divertida.

-Esta bien, solo... necesito que te mantengas alejada de mí, me han dejado una advertencia y no quiero que te pase nada.-Susurró mirándome.

Era muy tierno de su parte el querer mantenerme alejada de su lado para que no me pase nada. Pero yo quería estar a su lado.

-No Hemmings, no te vas a librar tan fácil de mí.- Use la misma frase que anteriormente él me dijo.- Tendré más cuidado.

-No Danna, de verdad entiende que estando a mi lado corres peligro.

-Jess y las demás también están a tu lado y no las pasa nada.

-No es el mismo trato que mantengo con ellas, lo sabes.

-Simplemente me da igual, me arriesgare, me da igual que te enfades.

-Eres tan.... cabezota.

-No más que tu Hemmings, pero ahora... Cuéntame que pasa.

-No, ahora tengo otros planes.- Sonrió agarrando mis piernas y tirándome hacia él.

-¿Que haces Hemmings?.- Reí cuando me atrajo hasta él aun en el sofá.

-Nada malo cariño.

No me dio tiempo a contestarle cuando sus labios atraparon los míos, esta vez fue diferente, no fue un beso apasionado como los anteriores.
Sus manos pasearon por mi figura hasta alzarme y colocarme encima de él, mientras seguíamos besándonos.
Su lengua recorrió mi labio inferior pidiéndome permiso para entrar. Reí ante aquel acto.

-¿Qué pasa?.- Susurró apoyando su frente contra la mía.

-¿Desde cuando pides permiso Hemmings?.- Reí mirándole a aquellos ojos azules.

-No lo hacia, solo te estaba avisando.

Volvió a besarme, pero esta vez cerré la boca impidiéndole entrar, a lo que me respondió con un gruñido.

-Danna...- Me advirtió.

-Hemmings...-Aquella situación empezaba a ser divertida.

Sus manos se encontraban en mi cintura mientras yo estaba sentada a horcajadas sobre él cuando empezó a hacerme cosquillas en la cintura.

-¡Oye, eso es trampa!.- Empecé a reírme y a moverme encima de él debido a las cosquillas, me agarré de su nuca para no caerme.

-No te muevas así, y menos cuando estés encima mío.

-¡Pues para entonces!.

Él seguía con las cosquillas cuando en un movimiento que hice caímos al suelo, quedando el encima mío.
Comenzamos a reírnos de lo torpes que somos, nunca había escuchado su risa hasta este momento, y puedo decir, que me encantó.

Confident. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora