Cuarenta.

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Realmente que sus palabras hicieron un gran efecto en mi, siempre ha sido un chico muy cerrado y desconfiado, pero que me cuente todo lo que le ha pasado y todos los problemas que le a ocasionado todo aquello era algo que no me esperaba.

Cuando me abrazó no fue como las demás veces, esta vez me apretaba más contra él. Parecía un niño pequeño perdido que acaba de encontrar a su familia.

No dijimos nada mientras nos abrazábamos, pasaron unos minutos y decidí hablar aun sin separarnos.

-Gracias, por confiar en mi y contarme todo lo que te pasó, lo de Sarah también, ella aun no supera el hecho de que este en silla de ruedas.-Acaricié su espalda sin saber muy bien que decirle.

-Perdona, nunca quise defraudarte pero gracias a lo que hice me he dado cuenta de algo nuevo.- Se acomodó nuevamente sin apartar la mirada de mi.- Creo que estoy sintiendo eso que se le llama amor.

¿Amor? ¿Él por mi? No puede ser.

-¿Amor? Explícate Hemmings.

-No es el cariño que puedo tener a una amiga, antes sí, pero cuando no estabas a mi lado me di cuenta de que realmente te necesita a mi lado, aunque sea insultandome, pero te echaba de menos.

-No se que decirte Luke.- Estaba medio en shock, no me esperaba esto de Luke.- Solo que yo también te echaba de menos pero mi orgullo es superior y ahora desconfió en ti en ese sentido.

Ninguno dijo nada más, realmente quería volver a todo lo que tenia con Luke, pero no puedo hacer como si nada. Espero que me entienda.

-Conseguiré que vuelvas a confiar en mi, se que podré.- Susurró en mi oído haciéndome estremecer.

-No tengas prisa Luke, no me voy a ningún lado.

-¿De verdad?.-Vi sus ojos azules aun más intensos sin aparta la vista de los míos y asentí con la cabeza lentamente.

-Claro Luke, además dudo que alguien te soporte.

-Privilegiada de tenerme.

-No Hemmings, eres tu el privilegiado porque aun no te he mandado lejos.

-No lo harás.- Comenzó a reír, tenia razón.- Ven aquí anda

Me atrajo de nuevo a él para volver a abrazarme.

-¿Que te pasa? Pareces un chicle pegado a mi.- Reí por la comparación a lo que él hizo una mueca de desagrado.

-Si soy un chicle, que sea de menta.

-Eres igual de pegajoso, no te pega ser tan cariñoso.

-Ni a ti te pega ser buena.- Paró un momento de hablar y se quedo pensando en algo.- bueno, es que nunca has sido buena.

-Idiota, claro que lo soy, eres tu que no aprecia lo que es bueno.

-Si lo hago, pero me di cuenta tarde y por eso estoy así ahora.

-Ves, deja de ver telenovelas porque no te pega nada Hemmings.

-Que poco romántica eres joder.- Me encanta sacarle de sus casillas.

De un momento a otro me alzó, sentándome en su regazo pasando sus brazos por mi cintura.

-Es raro todo esto ¿No crees?.-Pregunté pasando mi mano por su pelo rubio.

-Si, tu eres rara, yo soy raro, por lo tanto todo es raro.

-Si, bueno yo rara no soy.

-¿No eres rara?

Negué con la cabeza varias veces.

-Si cariño, haces cosas raras cuando te enfadas, hay veces que cuando andas das saltos a decir verdad muy raros y no hablemos de cuando hablas rápido, nadie habla tan rápido como tu.

-Eso no es ser rara.- Me crucé de brazos fingiendo indignación.- Soy así

-No he dicho que no me guste que lo seas, porque me encanta.

Sonreí con inercia cuando atrapó mis labios por segunda vez.
Era todo tan raro, después de todo lo que pasó no me creí capaz de poder volver a estar así con él. Pero todo pasa por algo.

Le seguí, muy encantada, el beso mientras él se echaba más para atrás, apoyando su espalda en el respaldo y colocándome mejor sobre él.

Aquel beso era tranquilo, no de estos que terminan en la cama, nos necesitábamos el uno al otro, nos habíamos echado de menos pero no podía permitir que pasara de nuevo. No por mi parte y espero que tampoco por la suya.

Confident. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora