Catorce.

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Aquel beso removió algo dentro de mí, no se el que pero tenia ganas de más.

Seguíamos jugando al juego, pero yo no tenia ganas, seguía pensando en el beso.

-Danna, ¿estas bien?.- Preguntó Kristin.

-Si, solo que los chupitos me han sentado mal, no te preocupes.- La di una sonrisa forzada pero no me creyó.

Estaban hablando y riendo sobre algún tema mientras bebían las cervezas, no se de que hablaban ya que esta metida en mi propio mundo.

-Desde que te he besado estas rara ¿No te ha gustado?.- Preguntó Luke sentándose a mi lado.

-¿Acaso te importa?.- Se que soné borde, pero no quería hablar sobre aquel beso.

-¿La verdad? Si, me importa.

-He besado a chicos mejores.-Dije restándole importancia.

-No lo creo, igual si quieres repetimos.- Susurro en mi oreja.

-¿Te has quedado con ganas de más?.-Reí girándome hacia él quedándonos frente contra frente.

-Pues si, para que te voy a mentir.

-Ya, claro y me lo debería de creer.

-No te lo quieras creer. Te lo demostrare, se me da mejor.

No me dio tiempo a contestar cuando se lanzó nuevamente a mis labios. Esta vez me sorprendí más, pero no le pude negar el beso.
Su lengua entró en mi cavidad bucal buscando encontrarse con la mía, comenzamos a jugar nuevamente creando una pequeña guerra.
Me alzó de la cintura y me sentó en su regazo mientras seguíamos con este juego.
Dejó de besarme lentamente, y comenzó un camino de besos desde mis labios hasta mi cuello, como un acto reflejo pase mis manos por su pelo echando el cuello hacia atrás mientras besaba mi cuello.
Su mano apretaba mi cintura con fuerza mientras subía sus besos hacia mi oreja dejando varios besos mojados cerca de ella, haciéndome gemir de forma involuntaria.
Me apreté contra él, notando su ya creciente erección lo que me excitaba aun más.

Se levantó alzándome con él, enrosqué mis piernas alrededor de su cintura notando como hacia presión contra mi entrepierna. Gruñí en su oído mientras besaba mi cuello y apretaba mi culo rozándome más contra él.
Fue caminando hasta un dormitorio y nos tumbó en la cama, quedando él encima mío.
Subió mi camiseta hasta quitármela y comenzó a repartir caricias por mi cadera subiendo hasta mi pecho y haciendo presión en el mientras repartía besos por todo mi cuello.

-He deseado tanto tenerte así Danna.- Susurró haciéndome que la piel se me erice y un ronco gemido saliera de él al rozarme contra su entrepierna.

No conteste ya que volvió a besarme de la misma forma, un beso en donde necesitábamos más, tanto él como yo.

Cuando quise darme cuenta, Luke se encontraba solamente en ropa interior mientras que a mi, solo me quedaba el pantalón.

-Creo que te sobra ropa.- Dijo antes de quitarme el pantalón con una desesperación notable.

Las mejillas se me tiñeron de un color rojizo, me daba vergüenza el exponerme de esta forma y Luke lo notó.

-No te avergüences de nada Danna. Me gustas así.- Volvió a posar sus labios sobre los míos acariciándome el abdomen.

Entonces de un momento a otro pasó, le tenia entre mis piernas, piel contra piel.

El ritmo que llevábamos comenzó lento, y fue creciendo hasta dar fuertes embestidas.
Me aferre a su cadera queriendo que profundizara más si era posible, siguió así mientras disfrutábamos mutuamente.
Con una de sus manos comenzó a trazar círculos en mi clítoris haciendo que me excitase más.

-Luke.- Gemí su nombre mientras notaba que estaba por llegar.

-Vente para mi, vamos me gusta oírte gemir mi nombre.- Susurró en mi oído, su respiración era pesada y cortada.

Siguió un poco más y llegué al deseado orgasmo.
Al rato de recuperarme seguí moviéndome rápido y fuerte contra él.

-Dios Danna.- Gruño en mi oído mientras notaba un liquido dentro de mis paredes.- Al final la espera... a merecido la pena.

Fue ahí cuando me di cuenta de lo que acababa de hacer, soy estúpida.

-Esto no tenia que haber pasado.-Susurré una vez había salido de mí.

Confident. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora