Cuatro.

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No se si alguien ha querido comunicarse conmigo, de todas formas no iba a poder contestar. El domingo por la tarde, Jess apareció en casa. Nada más entrar por la puerta, la pedí la dirección de Luke, al principio no entendía el porque, así que me toco contarle la historia de porque tenia mi móvil.
Al cabo de media hora me dispuse a buscarle, lo malo que no tenia como ir y vivía lejos. Tarde unos 30 minutos en llegar y llamar a su puerta.
Nadie contesta. Vamos Hemmings abre la maldita puerta.
Volví a llamar y nada, frustrada baje las escaleras para volver a casa. Le llamare con el móvil de Jess.
Me dispuse a abrir la puerta, pero cuando abrí, está se abrió hacia mi haciendo que me la comiese.

-¡Joder!.- Mire a ver quien era el desgraciado o desgraciada que me había dado. Como no podía ser otro que él.- ¡Eres idiota! Seguro que lo has echo aposta ¿verdad?

-No sabia que ibas a estar ahí. ¿Que haces aquí?

-Vine a por mi móvil y me lleve un golpe como regalo.-Conteste con un toque de ironía.

Notaba como empezaba a dolerme la nariz y como notaba un pequeño hormigueo. Pase la mano por ella y vi como se manchaba de sangre.

-Me has echo sangre pedazo de animal, ¿No puedes tener más cuidado al abrir la puerta?.

-Solo a sido un golpe, no es para tanto. Ven, vamos a arriba y te limpias.

Por lo menos no me voy a ir con un rastro de sangre por la calle.
Una vez dentro de su apartamento vi que estaba echo un desastre, tampoco me extraño mucho.

-Siéntate, voy a por algodón y un poco de alcohol.

Le hice caso y me senté, estuve mirando toda la sala hasta que volvió con el material.

-Trae, seguramente si lo haces tu termine en el hospital con la nariz rota.

Cogí el algodón el cual ya tenia una pequeña cantidad de alcohol y lo coloque por mi nariz. Esto escuece como su madre.

-¿Y si te das en la zona afectada mejor?

-Estoy en ello, no lo ves o que.

-Es más abajo lista, trae.

Me quito el algodón y comenzó a pasarlo por la zona que según él, era la afectada. Y si que tenia razón porque cuando paso el algodón vi las estrellas y todo el maldito universo.
Siguió pasando despacio el algodón intentado no hacerme más daño. Estábamos muy cerca y eso me incomodaba, sin darme cuenta hubo un pequeño momento donde me perdí en sus ojos azules, notaba como su vista bajaba de mis ojos a mi nariz y viceversa, hasta que rozo donde más me dolía, lo que provoco que sin querer, le de una patada haciendo que se caiga al suelo.
Intente no reírme, pero técnicamente era imposible.

-Lo siento, pero es que me ha dolido mucho y no he controlado mis actos.- Se lo decía enserio.

-Ya bueno, esta te la perdono. Ya te he limpiado la nariz. Pero la mancha de tu camiseta, no me vas a dejar quitártela.

Agache la mirada y vi por encima de mis pechos manchas de sangre y por la zona de la tripa. Mierda.

-Toma anda, no pienses que te voy a llevar a tu casa.

No lo pensaba, sabia que no lo iba a hacer así que no le dije nada. Me mire a un pequeño espejo que tenia en la pared, tenia la nariz como una jodida bola. Cuando me di la vuelta, una camiseta se estampó en mi cabeza.

-¿Que haces?

-Ponte la camiseta, a no ser que quieras ir por la calle así.

Me daba vergüenza tener que ir por la calle con manchas de sangre en mi camiseta. Si no me queda otra.

-¿Donde esta el baño? Ire a cambiarme.- Evite mirar su pecho, pero no lo logré. Lo tenia marcado, baje la mirada y me di cuenta que se cuida, bastante. No es que sea un armario de músculos, pero tampoco era un chico fideo. Si no fueras tan idiota Hemmings.

-Cámbiate aquí, ire a por tu móvil.

Vi como se iba a por mi móvil, y yo como una bala me puse su camiseta, era una básica de color negro, aunque a mi me quedaba mejor de vestido. Él tan alto y yo tan baja.

-Me gusta el sujetador negro que llevas.

-¿Has estado mirándome pervertido?

-No, bueno si. Es que el móvil estaba en esa mesa de allí. Además, no hay ningún cartel que me lo prohíba.

-Idiota.- Dije en un susurro.- Dame mi móvil, me voy ya.

-Ten. Te queda bien mi camiseta, pero muy larga, si te quitas el pantalón te quedaría bien.

Será descarado.

-En tus sueños guapo, me voy.

Sin dejar que conteste salí de su casa hasta bajar al portal. Una vez que me encontraba andando recibí un mensaje de un número desconocido.

"En mis sueños será ahora, en un tiempo será real"

Por la foto que tenía y lo que decía el mensaje, supe que era Luke.

Guarde su número como "cretino" y seguí caminando. No le conteste.
Cuando llegue a casa, no encontraba a Jess, supuse que se fue con Calum.
Fui a cambiarme a mi habitación, cuando vi que toda mi ropa se esparcía por mi cama y por el suelo. Detrás de la puerta abierta del armario salió Jess con una sonrisa de niña buena.

-Jessica, más te vale recogerme toda la ropa.

-Te lo prometo, oye ¿Has ido a casa del rubio al final? Por cierto, ¿Donde has metido la nariz?.- Comenzó a reirse.

-Si, ya conseguí mi móvil. Me di un golpe... bueno más bien me dieron un golpe.

Una sonrisa descarada se asomo por la cara de Jess.

-Y veo que conseguiste algo más.- Dijo señalando la camiseta de Luke.- Mejor no voy a preguntar, no quiero saber.

Cogió una de mis blusas sin dejar de reírse y se fue. Más la vale recoger todo esto.

-Serás idiota, no pasó ni pasara nada con Luke. ¡RECOGE EL CUARTO!.- La grite desde mi habitación ya que ella estaba por el salón.

-Nunca digas nunca Danna, no sabes lo que puede pasar.

Tenia claro que con Luke nada, ni ahora, ni en un futuro.

Confident. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora