Compass Youth|Jinsu

29.

—¿Te parece muy adecuado ahora, TaeHyung?

—Consideraría más sensato aprovechar otra ocasión, mi querido Hyung —Eleva la sábana hasta su cuello—. Sólo quiero recordarle que usted siempre fue el más deseoso de conversar a fondo sobre el asunto y, además, nunca cesó en recordarme que debería dejar de trabajar por debajo de la mesa, ¿o me equivoco?

—Ahora estás usando el lenguaje formal e irritable —Bufa, e inmediatamente gira para encararlo—. En cualquier otro momento puedes hablar como si estuvieras frente al senado. ¿De verdad crees que ahora es la mejor opción? Me enferma.

—Relaja tu humor, Hyung —Cruza los brazos tras su cabeza—. Pensaba que esto —Señala el desorden en la colcha donde reposan—... te dejaría más tranquilo para conversar. Lamento haberme equivocado.

—Ah, entonces me traes a tu casa, hacemos jueguitos entre las sábanas, ¿y todo es un complot para que hable más tranquilo contigo? No seas descarado, TaeHyung.

—Te invité para finiquitar asuntos. El resto, a excepción de tu cuerpo y el mío, se escapa de nuestras manos —Respira profundo. NamJoon se contiene de lanzarle una almohada en la cara—. Me conoces lo suficiente para saber que no te estoy mintiendo. Mi intención inicial no era terminar en la cama contigo hoy. Las cosas se salieron de control.

—¿Qué tan cierto es eso de que te conozco, eh? —Se incorpora en un costado de la cama—. ¿Cuál es la constancia de esa afirmación, TaeHyung? No me queda claro.

—Saber mi realidad familiar es la mayor de ellas.

—No creo que sea suficiente —Recoge su prenda íntima, y empieza a ponérsela—. La confianza es muy valiosa como para regalarla así de fácil al primer postor.

—Arriesgo mucho con alguien aparte de JiMin sabiendo sobre todo esto. Sobre todo cuando mi mejor amigo está algo implicado —Continúa, sin inmutarse—: Pero si eso no te parece suficiente, NamJoon Hyung, no tengo mucho más para ofrecerte. Supongo que el valor de tu confianza hacia mí disminuye con los días en lugar de aumentar. Lo he notado estos meses.

—Estoy tan implicado como JiMin. Mucho más, en realidad. Tu serenidad mientras lanzas veneno me causa escalofríos —Expulsa aire bruscamente—. No tergirverses lo que quiero decir. No veas más allá con tus dotes analíticos. Deja de mover mis palabras a tu antojo para conseguirle respuesta a todo, Kim TaeHyung. Es suficiente.

—Me hiere la claridad de ellas, Hyung. Eso es muy diferente —Permanece en la misma posición—. No puedo hacer nada contra tu desconfianza más que actuar para apaciguarla. El semestre de ustedes termina en pocos días, ¿no? Tomemos cartas en el asunto. Así estarás más tranquilo. Yo nunca menciono nada sobre tus dudas hacia mí, y, bueno, supongo que es complicado separar lo profesional de lo personal entre tú y yo.

—La próxima semana recibiremos los resultados... —Murmura, ahora cubriéndose el torso con su camisa—. TaeHyung, yo no quiero... —Se corta a sí mismo. ¿Por qué no es capaz de pronunciar una disculpa?—. No creo que haya que postergarlo más. Se hará demasiado tarde.

—Estamos justo a tiempo, Kim NamJoon. Simplemente no te has dado cuenta de eso.

El omega expulsa todo el aire que puede por la boca. TaeHyung es demasiado determinado en la misma medida que meticuloso, paciente, y terco. Él mismo debe admitir que es un omega demasiado orgulloso y, en contraparte, impaciente. Le sorprende que durante estos meses trabajando juntos no hayan discutido sin llegar al punto de alzarse la voz. Aunque eso se lo debe más al alfa tras su espalda. Ahí está, afectado por lo que su omega acaba de decirle, pero sumido en la vasta tranquilidad.

En la percepción de un tercero, nadie se imaginaría que ese mismo alfa está a punto de revelar una faceta bastante importante de su vida y, también, a un paso de accionar en el propósito que se planteó hace casi un año atrás. Es un extraño y particular dote de Kim TaeHyung. Aunque, bien, su estilo de vida lo ha llevado a mantener al margen muchas emociones y situaciones. Se acostumbró desde niño a vivir de esa forma.