Compass Youth|Jinsu

8. Detestar

Estoy experimentando esto de publicar desde el celular. Ojalá no se acorten las rayas de diálogo. Avísenme si eso pasa. :(

SeokJin percibe la tranquilidad de Min YoonGi cuando se mueven por la ciudad los primeros minutos en el vehículo. Sin embargo, le sorprende ver y escuchar al omega romperse luego de abandonar el hospital mixto de Daegu una hora más tarde.

Es consciente, por desgracia, de que YoonGi ha sido propenso a soportar no sólo daño físico, sino emocional. Ese hecho tan real no consuela al lobo pelinegro desesperado por darle protección y cariño, es más, lo insta a desear hacer algo. ¿Qué tanto tuvo que pasar Min YoonGi para que le importarse una mierda llorar hasta deshidratarse delante de un alfa?

Pero SeokJin ignora que a YoonGi le puede importar menos las jerarquías justo ahora.

El vehículo se detiene frente a la estación policial que SeokJin mencionó apenas abandonaron la casa de los Min. Esperan unos minutos, ambos en silencio: El mayor completamente consciente del tiempo que necesita el otro para poder calmarse, y el más pálido agradecido por ese gesto. Esa sensación va cuesta arriba cuando la mano del alfa cae con cuidado sobre su hombro, e inicia una ronda de caricias, mientras eleva las comisuras de los labios en una sonrisa con el deseo implícito de reanimarlo.

Sin embargo, sólo colabora con que el llanto del menor se haga más sonoro y que los espasmos incrementen. El pobre SeokJin empieza a creer que acaba de hacer algo mal.

YoonGi aborrece a su lobo la mayoría del tiempo, pero esta vez le hace caso a lo que le pide, y se abalanza sobre el alfa en cuanto no logra reprimirse más. Cae sentado en su regazo, aferra los brazos a esa —extrañamente— pequeña cintura, y oculta la cabeza en el cuello ajeno. Prefiere no pensar para ignorar el dolor físico, y aprovechar la calidez del chico que le sacó de ese infierno que jamás podría llamar hogar.

SeokJin por un segundo está pasmado, incluso se sume en la inminente sorpresa. Sin embargo, dejándose llevar por sus instintos, atrapa la cadera del omega usando un brazo, y acaricia su cabello con la mano restante.

¿Cuándo fue la última vez que había sido consolado de esta manera? ¿Cuando era un niño, quizá? Ya no importa. Realmente, a YoonGi ya no le interesa. Ahora sólo es capaz de embriagarse con el aroma a menta y hierba buena del alfa que su sistema asimila como un tranquilizante. Se siente a salvo. Se siente libre. Y el lobo en su interior aprueba el pensamiento meneando la colita.

Llora otro poco más. Y logra calmarse antes de conseguir hablar sin temblar.

—Hyung —Llama su atención—. Perdón. Perdón por...todo.

—Shh —Sisea—. Está bien. Empecemos de cero desde hoy. ¿Te parece?

—¿Crees que es factible? Estaré temporalmente en tu casa —El pálido carcajea débilmente. Al mayor le hace cosquillas su aliento—. Es un poco tarde para reiniciar y hacer como si nada hubiese pasado.

—Sólo inténtalo —Una sonrisa surca los labios de SeokJin.

—Ah, alfa terco —Contra su voluntad, se aleja del cuello del pelinegro, y sonríe un poco—. Soy Min YoonGi. Estudiante del décimo semestre en una estúpida universidad para betas y omegas de la ciudad de Daegu. Si intentas sobre pasarte conmigo, patearé tu culo.

—Soy Kim SeokJin, estudiante del penúltimo semestre de educación universitaria. Pertenezco a la ilustre universidad de educación de Daegu —Con lo siguiente, espera fastidiar al omega—: Soltero, sin compromiso, y espero que un cachorro a mi cuidado no sea un problema.

—Ah, ¿qué estás insinuando? —Arruga el ceño—. No nos vamos a casar. Se supone que estamos en el proceso de "conocernos".

—Oh, ¿entonces esto es una etapa de inicio para el cortejo? —SeokJin continúa tonteando.