9. Avanzar

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La primera noche de YoonGi en el departamento de SeokJin inicia de forma aparentemente usual. El omega toma un baño corto, y deja de lado la desnudez portando ropa prestada por JiMin —Son casi de la misma talla—. Antes de vestirse, ya se había cambiado las vendas que cubrían un par de heridas. Nada que en una o dos semanas no puedan curarse, pero mejor darles el cuidado necesario antes de cualquier mala repercusión.

Afuera, SeokJin lo espera con jugo de naranja y manzana picada sobre un plato. Se sumen en una pequeña conversación sobre la universidad mientras esperan a que el pequeño HoSeok también se duche y que YoonGi termine el aperitivo servido. De la nada, se siente algo cohibido al verlo sonreír. Se siente... extraño. Asustado. Confundido.

¿Por qué él está siendo tan amable, si yo siempre he sido un idiota? Realmente soy muy afortunado.

Agita la cabeza para espantar esos molestos pensamientos. No desea ahondar mucho en la extraña paz que le aborda repentinamente.

—¿Entonces te ofrecieron pertenecer a la fraternidad de porristas?

—Sí —El pelinegro suelta una risa—. No sería el primer alfa ahí, ¿sabes? Pero tiene más habilidad en el baile una cucaracha que yo. Además, tengo a HoSeok. No lo voy a lanzar a cualquiera.

—No pareces un mal bailarín... —Se aclara la garganta—. Yo pertenecí al club de música. Ahí conocí a NamJoon.

En poco menos de veinte minutos, pasadas más anécdotas y fruta, el menor de la casa se aparece con la pijama puesta y el cabello casi seco. Después de eso, tocan la puerta principal. YoonGi decide abrir porque SeokJin se ocupa enseñándole a HoSeok cómo peinarse el cabello cuando este forma nudos. Debe reprender a su propio lobo por insinuarle que esa imagen es agradable. Ahg, joder.

Min se lleva la sorpresa de encontrarse con un fornido alfa tras la puerta principal junto a una caja, alegando que ahí dentro están sus cosas. Firma un documento de recibido, y es SeokJin quien deja el peine de lado para ayudarle a meter la pesada carga al apartamento. El omega aún está algo adolorido por sus heridas físicas y es mejor que no se sobre esfuerce ahora para que mejore rápido.

La caja la abandona junto a la puerta de la habitación de HoSeok. El detalle de notar algo tan grande conteniendo tanta ropa y ciertos artefactos, atrae la curiosidad del somnoliento niño.

Hyung, ¿va a hacer una pijamada con YoonGi Hyung y no me dijo nada? Podría haber invitado a Kookie o a mi amigo australiano —El infante bosteza en tanto se restriega un ojo.

—No, bebé —SeokJin se acuclilla frente a HoSeok—. YoonGi nos va a acompañar un tiempo aquí en casa, ¿sí?

—¿Mmm? —Ladea la cabeza—. ¿Se va a mudar con nosotros?

—No tanto así —Le dedica una tierna sonrisa—. Pero va a acompañarnos unos días. Pórtate bien con él, ¿sí?

—Siempre lo hago —Vuelve a bostezar—. Yo quiero a YoonGi Hyung. Es lindo, amable, y huele bien

A oídos de SeokJin, no hay nada más adorable que escuchar esas palabras salir de su hermanito menor. Tanto así, que ni su protector lobo reacciona mal ante ello, es más, se dedica a saltar en su interior, como si supiera que aquel gesto de Hobi es un imán para los buenos augurios. Maldito lobo encaprichado.

—¿Qué tal si me esperas en mi habitación? Dormiremos juntos.

—¿Como en los viejos tiempos? —El brillo colma sus pupilas—. ¡Iré por Mang para que nos haga compañía!

Ambos jóvenes adultos ven a HoSeok salir disparado a su propio cuarto, y, mientras YoonGi se pregunta a sí mismo si ese pequeño será un alfa en un futuro, el niño regresa con un peluche aferrado en sus brazos.

Compass Youth|JinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora