Compass Youth|Jinsu

12. ¿Aclarar?

YoonGi se echa bajo la sombra de la enorme sombrilla. El sol, ahora en su punto más alto, jamás ha  tenido buena relación con su piel exageradamente blanca. Igual, existe la opción de usar protector solar —como la mayoría lo está haciendo— pero el omega consiguió la excusa perfecta para no hacer nada, y no piensa perderla de ninguna manera.

Su lobo idiota, está implícito en el asunto. En la camilla a su izquierda yace SeokJin inmerso en la lectura de Doña Bárbara, una versión coreana que le regaló su tío oficial de policías.

Aparte de la clara belleza que recorre las facciones del alfa, quien resulta ser un imán de miradas, justo ahora está exponiendo todo su torso, y, debido a la posición de lectura, incluso sus brazos aumentan en volumen. En conclusión: El muy exhibicionista anda sin camisa y no está nada mal.

No desea admitirlo, pero desde el día anterior que pudo ser de consuelo para el pelinegro, sus instintos se la han estado liando bastante. Le parece imposible no creer que cualquier omega a la redonda es un baboso de primera. Las chicas no le molestan tanto como los chicos lo hacen, por alguna razón que es incapaz de explicar. ¿Qué sentido tiene? Ya se está volviendo loco.

Oye el golpe seco provocado por el libro al cerrar justo antes de tener a SeokJin en el suelo, apoyando los brazos en su camilla, y observándolo fijamente. ¿Ahora qué quiere?

—Estás extraño —Ladea la cabeza—. YoonGi, ¿hice algo que te hiciera molestar?

—Ah, tú otra vez inflándote el ego —Chasquea la lengua—. Vas a explotar a este paso, ¿sabes? No es nada personal, pero tengo mucho calor y creo que eso no me pone de buen humor.

—¿No quieres ir adentro, entonces? —Sus hombros anchos suben y bajan con aquella larga respiración que toma—. No me gusta estar aquí.

—Por la diosa luna, ¿no eres consciente de la atención que arrastras contigo? —Escupe sin evitarlo.

—¿Eh? —El mayor se suelta a reír—. No soy muy fan de la atención como parece, a pesar de tan maravilloso rostro que me cargo.

—Deberías cubrirte entonces si eres consciente de ello, casanova —Rueda los ojos, mientras se pone de pie.

—Hace calor, Yoons. ¿Por qué debería cubrirme? —Se apresura a seguirlo en cuanto lo ve caminar—. Pídele a ellos que no me vean en lugar de reclamarme a mí.

La intención de YoonGi al girarse es dejarse llevar por su lengua viperina para soltar algún comentario agrio, no obstante, por la inercia, termina colisionando con el pecho del mayor. Y bien... la diferencia de altura es lo suficiente para que sus ojos apunten al cuello del alfa, y deba tragar fuerte. Jamás había sido consciente de lo contorneada y definida que es esa zona, además, su mente embriagada le arroja a pensar en cómo sería besar cada retazo de piel y...

—¿YoonGi? —Lo hace retroceder con una mano en su hombro—. ¿Te perdiste en el paraíso? —Decide bromear con él.

Tiene... una... bonita... sonrisa.

El omega se traba con su propia lengua, e incluso pierde la capacidad de disimular la vergüenza; Sus mejillas adquieren el color del carmín, y puede jurar que acaba de empequeñecerse un poco más con los escrutadores ojos de SeokJin analizándolo.

—Ah, ¿al gatito le comieron la lengua? —Sonríe de medio lado mientras le revuelve el cabello—. Eres un poco celoso, amiguito Min. ¿Acaso tu instinto aflora ahora porque hay muchos omegas cerca? O... —Su semblante ensombrece—. ¿Ya regresa tu celo? ¿Te traigo supresores? Puedo salir y buscar algu... Demonios, YoonGi, ¿acaso tienes fiebre? —Posa una mano en su frente—. ¡Estás ardiendo!