Donde Min YoonGi está harto del régimen de los alfas que limitan su conocimiento, y Kim SeokJin es un alfa practicante de matemáticas en la universidad para omegas.
•Contenido homosexual.
•Omegaverse AU.
•Portada hecha por la talentosa: @Krawen
•Men...
YoonGi siempre ha pensado bastante en sí mismo. Suele plantearse lo mucho que odia a Oh SangChan, recriminar entre gruñidos a quienes se atreven a burlarse de JungKook, sopesar las posibilidades de escabullirse de su jodido padre, e, incluso, en noches como esta, sólo es un sensible omega que sucumbe ante las emociones y permite que se desborden en forma de lágrimas transitando por sus mejillas.
Odia saber con certeza lo débil que es. Su pecho duele tras cada sollozo amortiguado bajo la palma de su mano. No puede darse el lujo de ser escuchado por NamJoon o JungKook. Ellos sí están pasando por una dura situación a comparación de sus patéticos sentimientos. ¿Si quiera es útil darles compañía si lo único que puede hacer es llorar?
Le molesta rememorar las palabras dictadas por el nuevo practicante de matemáticas.
—¿De verdad soy el tipo de persona que más odio? —La almohada recibe su aliento—. Va-vaya mierda...
Busca detener el curso de las lágrimas a través del dorso de su mano, pero es absurdo tan siquiera intentarlo.
Hasta esta noche no se había considerado una mala persona. Sí, sabe que es un pesado, incluso apuesta que su humor ácido es el peor entre cualquier ser en la universidad, aunque... ¿Un imbécil que hace daño a causa de los prejuicios? Mierda, es hasta estúpido sumirse en el sufrimiento debido a esa suposición. El problema radica en su lobo siendo intimidado por el alfa, y, también, su celo próximo a llegar. Ambos hechos restan estabilidad a su estado de ánimo.
Teme volver a su casa por lo mismo. No será capaz de sobrellevar el celo sin supresores. El idiota de su padre le confiscó todos, y su madre no va a prepararle algún calmante para los dolores de nuevo. Es así desde que se anunció que repetiría las materias del último semestre de la universidad. De esa forma se añadió algo más a lista de cosas que su familia odia sobre él.
"Ya es una desgracia que te hayas presentado como un simple omega. Sería menos deshonroso para la familia si algún alfa te marcase y nos libraras de tu asquerosa esencia."
Traga duro, entonces apunta sus pupilas al libro que abandonó hace casi una hora sobre la mesa de noche de la habitación de invitados. Sabe que no es inservible. Sólo debe probarlo.
No, definitivamente no. Todavía puede enmendar sus errores y actuar con más astucia.
Al tomar el continente de información, y retomar la lectura que había iniciado en uno de los marca libros que llamó su atención durante la tarde, saborea el éxtasis del agradecimiento. Es extraño. Jamás creyó, en sus más de veinte años de vida, que le debería algo más significativo que unos insultos a un alfa.
No sabe qué pensar de Kim SeokJin.
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Otra semana. De nuevo se hallan en clases de matemáticas. Y tal y como si estuviese impreso en alguna especie de ley, SangChan continúa exponiendo su punto respecto a la importancia de las jerarquías.
