Compass Youth|Jinsu

10. Rodar

¡SORPRESAAAAAAAAAAA!

Al atardecer, SeokJin acompaña a NamJoon y YoonGi rumbo a la casa de la familia Park para ir por los niños. Durante el trayecto en el transporte público, se le nota ido; sus ojos miran a cualquier punto sin prestar atención, y, de alguna manera, también fue torpe durante su labor diaria. ¿No estará exagerando ante la mención de algo tan simple? Él no suele ser una persona ineficiente.

Tampoco emite palabra cuando llegan a su destino, y mucho menos en la instancia en la que su tía, Park BoYoung, los recibe tras el umbral de la puerta principal con un efusivo saludo. Los dos mejores amigos se inclinan hacia delante en señal de inminente respeto, mientras que el mayor continúa inmerso en la mismísima nada. ¿Ese alfa sin sus dotes de cortesía? Mmm, algo huele mal.

—¿SeokJin-ah? ¿Estás bien, cariño? —Le apretuja el rostro. Ahora sus labios parecen de pez—. Luces achicopalado.

—Lo estoy —Responde distorsionadamente—. ¿Me podría soltar, por favor? Está lastimándome.

—¡Aish! ¡Estos jóvenes de ahora! —Aparta las manos de inmediato—. ¡Se creen mucho por ser más altos que quienes les cambiaron los pañales! ¡Inaceptable!

NamJoon arruga el ceño en cuanto oye la última queja. En los años que lleva siendo vecino de los Park —unos cinco años—, nunca se enteró de la presencia de SeokJin, ni tenía razones para enlazarlo de manera sanguínea con los Park. ¿Cómo es que de la nada...?

Prefiere enfocarse en su pequeño hermano en apenas lo escucha cerca. JungKook corre hacia él mientras una adorable sonrisa le adorna su infantil semblante. Aprovecha para acuclillarse y recibirlo en sus brazos, devolviéndole la mejor sonrisa que puede enseñarle.

—¡Lo extrañé, Hyung! —JungKook baja los párpados, y reposa la cabeza en el hombro del contrario—. Me dijeron que esta noche es luna llena. ¿Podemos verla juntos?

—Todo el tiempo que quieras —Le asegura—. JiMin, ¿cómo se portó este chiquito?

—Hoy estuvo jugando fútbol con HoSeok, así que...

Debido a la inquietante pausa, SeokJin y NamJoon se enfocan, por fin, en la ropa de sus hermanos menores. Ambos niños ríen, bastante conscientes de su travesura, y huyen por su bien al patio trasero de la casa.

Todos los jóvenes adultos, y la mujer alfa, se mueven hasta la sala. Uno al  otro se miran constantemente por cada segundo que pasa, cuestionándose algo en común: ¿Los niños están creciendo muy rápido? ¿Ya saben cómo escapar de los problemas?

—Tienen tierra en sus camisetas y bermudas —Park BoYoung suspira profundo—. HyungSik y yo podemos ayudarles con eso. Regresaré después, muchachos —Menciona antes de largarse por el mismo camino que los niños tomaron.

—Me sorprende la paciencia que tienes con los chiquitos, JiMin. ¿Será cosa de enanos? —YoonGi rasca su barbilla con los dedos índice y pulgar—. Definitivamente. Están más cerca de su altura y se entienden mejor por eso.

—Has perdido enteramente tu moral, YoonGi-ssi —JiMin blanquea los ojos—. En fin. Tengo una sesión de fotos y ameritan mi presencia como modelo. Perdón por no poder acompañarles más tiempo —Respira profundo—. Nos vemos luego. Ah, y, SeokJin Hyung, ¿puede venir conmigo para que cierre la puerta?

—¿Eh? —Alza ambas cejas—. Sí, claro.

JiMin se despide una vez más. Luego, comienza a caminar con su primo pisándole los talones. Se desplazan en escabroso silencio con destino a la puerta principal, hasta que JiMin decide cortar el ambiente con sus verdaderas intenciones. Estira un poco sus pies para alcanzar el oído de SeokJin, y luego de cubrir su boca con una mano, habla.