POV. ELIZABETH
Sariel y Tarmiel me halagaron todo el camino por mi discurso, diciendo lo asombroso e inspirador que había sido, además de la cara con la que había dejado a Ludociel.
-Lo dejaste sin palabras Elizabeth, sin palabras-decía Sariel
-Sí, nunca lo había visto tan anonadado- complementó Tarmiel
-Larga vida a lady Elizabeth-
-Por darnos esperanza y callar a Ludociel-
Comenzamos a reírnos como unos niños a los cuales no les preocupaba nada de lo que estaba pasando alrededor, solo disfrutando el momento. De verdad había extrañado compartir el tiempo con estos dos locos, me agradaban bastante y eran unos excelentes guerreros, sabía que siempre lucharían por lo correcto, incluso si eso significaba ir en contra de las órdenes de Ludociel, por eso los había elegido como arcángeles, no se cegaban con el poder.
El bosque estaba igual de como lo recordaba, lleno de exuberante belleza, transmitía paz y vitalidad, en el medio se alzaba el árbol sagrado, creciendo cada vez más y expandiéndose en el cielo. Ví como se acercaba Gloxinia sus alas eran verdaderamente hermosas, de todos los colores posibles, cuando me reconoció se sorprendió bastante
-A que le debo el honor de volver a verte en este bosque lady Elizabeth-me dijo mientras se inclinaba de forma burletera
-Rey de las hadas Gloxinia, vengo en son de paz- le dije con una sonrisa y una pequeña inclinación
Luego nos echamos a reír y le di un fuerte abrazo
-Te extrañé mucho, Ellie
-Yo también Gloxi
-¿Gloxi?- me dijo frunciendo el ceño
-Te queda bastante bien
Nos separamos y unas lágrimas de felicidad asomaban mis ojos, de verdad lo había extrañado. Sariel carraspeó para darnos a entender que no estábamos solos. Nos separamos y le dí un mirada alegre. El rey de las hadas nos invitó a entrar al árbol sagrado y cuando ya estábamos ubicados comencé a contarle cómo había quedado destruido nuestro palacio y no teníamos donde quedarnos, de vez en cuando Sariel o Tarmiel hacían una intervención describiendo la batalla, después de todo, ellos habían estado presentes. Ellos no dejaron detalles sin contar, literalmente narraron todo lo que vivieron, como mataban a demonios a diestra y siniestra en venganza de muchos de nuestros guerreros caídos los cuales habían visto morir frente a sus ojos.
Al final había un gran silencio dentro del árbol, nos quedamos un momento así. El rey de las hadas estaba sopesando las opciones, después de un rato hizo un gesto afirmativo
-Pueden quedarse-
Dejé salir un aliento que no sabía que estaba conteniendo, a pesar de estar estipulado en el trato acerca de darnos posada en su bosque, no sabía cómo hubiera podido terminar la situación si Gloxinia nos negaba su permiso, en realidad él era mi única opción.
-Sariel, Tarmiel, vayan por el resto del clan, diganles que traigan solo lo necesario, no queremos incomodar a nuestros hospedadores
-Sí lady Elizabeth- respondieron al unísono
Cuando ya se hubieron retirado me encontré sola con Gloxinia que me estaba dando una mirada divertida
-Qué- le dije
-no lo sé, tienes un aire de confianza y liderazgo, eres diferente
Le iba a responder cuando escuché a alguien acercarse, cuando los pasos se detuvieron algo obstruía el paso de la luz y reflejaba una enorme sombra. Cuando miré hacia arriba me encontré con...
-Drole- le dije con una sonrisa de oreja a oreja
-Elizabeth, ¿qué haces aquí?- me dijo entusiasmado y a la vez sorprendido
-Está por negocios de su clan Drole- le dijo rápidamente Gloxinia-aunque se va a quedar acá durante mucho tiempo
Drole alzó su ceja- ¿Qué quiere decir eso?
-Quiere decir que mi palacio quedó reducido a cenizas porque Meliodas se salió de control y...
-Wow, chica más despacio- me recordó el gigante
-¿Cómo sabes que Meliodas fue el que lo destruyó?, no me contaste eso hace un momento- reprochó Gloxinia
-En realidad...solo es una corazonada, el debe ser el único demonio con el poder para hacer eso
Mis dos amigos se quedaron razonandolo por un momento
-Eso tiene sentido- dijo Drole
Y gracias a la Deidad Suprema que lo tenía, todavía nadie sabía de mi relación con Meliodas y aunque no pensaba mantenerlo un secreto para siempre, cuando apenas estaba recuperando al clan y volviendo a hablar con mis amigos no me parecía un momento adecuado.
-Pero no entiendo algo, ¿por qué no estabas allí?- me preguntó Gloxinia
Suspiré y les pedí que se sentaran o se pusieran más cómodos (porque claramente Drole no se podía sentar) para narrarles la semana más emotiva que había tenido en mi existencia. Cuando Drole se acomodó y Gloxinia se sentó en el pasto comencé a contarles la verdad desde el principio y como había descubierto un libro que generó el disgusto de Ludociel provocando que me encerraran, tuve que modificar un poco la última parte diciendo que había huido por los pelos de los traficantes, y cuando estaba a una distancia prudente vi como una energía oscura rodeaba todo el lugar donde debía estar el palacio y perdía la consciencia.
-¿No se lo has dicho a nadie de tu clan?- indagó el rey de las hadas
-No, y preferiría que tampoco saliera de nosotros tres, es información peligrosa y delicada, además no puedo hacer acusaciones sin fundamentos.
Ellos asintieron comprensivamente
-Entonces, bienvenida al bosque de las hadas Elizabeth-dijo Gloxinia
-Creo que soy bienvenida en este lugar desde que tengo memoria- le respondí
Luego hablamos de temas aleatorios. Drole había desarrollado bastante sus poderes y su conexión con la tierra, según él, con cada paso que daba sentía todo, cada uno de los seres vivos que estaban en contacto con el suelo, como crecían las plantas lentamente y caminaban las hormigas por debajo de la tierra. Decía que también podía sentir los riachuelos cercanos y las hojas caer, es decir, mientras estuviera a una distancia prudente Drole sentiría cualquier presencia.
Gloxinia por su parte, estaba manejando mejor su lanza espiritual Basquias, dominaba perfectamente la novena forma, la cual hacía que se dispersaran en grandes cantidades de vainas con espinas las cuales perforan todo aquello que Gloxinia desee. Era asombroso y a su vez algo escalofriante. Sin duda ambos se estaban volviendo poderosos, digno de los líderes del clan de las hadas y los gigantes.
Cuando el clan de las diosas llegó las hadas los recibieron con un gran banquete dentro del árbol sagrado, algunos miembros de mi clan entraron en confianza fácilmente, otros estaban un poco aislados de los demás, pero cuando la luna había salido en el cielo la mayoría de los miembros de los clanes estaban a gusto, lo cual me alegró no quería que las hadas nos sintieran como intrusos, posiblemente muchos estaban preocupados por el hecho de que los demonios encontrarían la forma de atacar el bosque, pero dudaba que hicieran otra emboscada, después de todo ellos también habían perdido a muchos guerreros y por otro lado, no creo que Meliodas volviera a permitir esa idea.
Me escabullí suavemente entre el gentío sin que notaran mi presencia, no fue tan difícil ya que la mayoría estaba concentrada en sus asuntos. Cuando salí del árbol sagrado noté que estaba haciendo una noche encantadora, el cielo estaba despejado y una luna llena iluminaba la oscuridad. Caminé un poco por el bosque de las hadas hasta llegar a los límites del clan y después de certificar que no venía nadie, alcé el vuelo para ir al templo abandonado.
PD: Drole y Gloxinia estaban perdiditos, pero volvieron, ja. ¿Qué tal este capítulo?
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Si no hubiera guerra
FanfictionEn la antigua Britannia de hace 3000 años el clan de las diosas y el clan de los demonios están en guerra por una razón totalmente desconocida. A pesar de esto Meliodas (sucesor del Rey Demonio) y Elizabeth (hija de la Deidad Suprema) desafiarán a s...