Si no hubiera guerra

Ausencia

POV. MELIODAS

Estaba enojado

Eso era un buen resumen de mis últimas horas. No sabía muy bien con quien estaba enojado, si con Elizabeth por la discusión que tuvimos, si con mi boca por no haberla mantenido cerrada, o simplemente con toda Britannia por... bueno, por ser Britannia.

Había intentado cambiar, no hice mi mayor esfuerzo, creo que en el fondo pensaba que si mostraba mis sentimientos o compasión hacia alguien me iba a ser ver débil, pero no me equivocaba, eso es lo que era. Me había dejado convencer por la dulzura de la diosa y ¿a dónde me había llevado eso? al desastre total. Ahora también tenía que lidiar con Gowther que había visto todo, y sabía muy bien que no tenía un instinto para saber cuándo guardar sus comentarios, ni siquiera yo lo hacía.

Mientras volaba de regreso pensaba en lo idiota que había sido con Elizabeth, ella no era para nada ingenua, la confianza que tenía en los demás era lo que hacía que incluso el ser más insignificante se sintiera como un guerrero invencible, era esa fe que terminaría mi guerra, no mi plan sin sentido, era imposible incluso para mí terminar con todo un clan. Podía intentarlo, pero tratar de exterminar a todo el clan de las diosas significaba matar a Elizabeth, y a pesar de lo que había pasado, eso no era una opción.

Llegué lo más sigiloso posible, y abrí la ventana suavemente. Quería darme un baño largo que me diera tiempo de poner en orden todos los pensamientos de mi cabeza. Cuando entré dejé salir un suspiro que no sabía que estaba conteniendo, tal vez era la emoción de hacer algo que claramente me mataría algún día, si alguien lo descubría, pero tenía fe de que eso no sucedería.

-¿Se puede saber qué hacía el señorito afuera?

Y ahí se llevaba el río la fe que tenía, por esa misma razón nunca me fiaba de esas cosas.

Me giré lentamente para encontrar al dueño de la voz, efectivamente era Chandler y a su lado estaba Gowther.

Maldito muñeco de trapo

Traté de respirar una vez, dos veces, tres...no daba resultado, no podía perder el control o terminaría frito por la energía oscura de Chandler. Por contenerme terminé con un leve temblor en todo el cuerpo, una respiración bastante agitada y la vista borrosa. El hecho de que no había ahorcado a Gowther representaba un gran avance en el control de mi temperamento.

-Gowther, puedes retirarte- dijo mi maestro para luego agregar-y usted señorito, acompañeme, está en verdaderos problemas

No tenía muchas opciones así que lo seguí tal como él dijo, mientras recorríamos los pasillos tenía la sensación de que cada demonio me miraba con decepción e incluso rabia, y le devolvía la mirada haciéndolos entender que todavía los podía matar y nadie alegaría sus muertes, lo que causaba que bajaran las miradas para luego proseguir su camino.

Cuando llegamos supe que estaba muerto.

No solo se sentía la presencia de mi padre, sino que también estaban presentes Cusack y Zeldris. el maestro de mi hermano parecía estar realmente molesto, por su parte, Zel parecía sin emociones, totalmente neutral, como si su mente estuviera en otro lugar, me coloqué a su lado y esperé a que alguien hablará, lamentablemente el primero en hacerlo fue mi padre.

-Qué les sucede a ustedes dos

No hubo respuesta

-Cómo es posible que uno de nuestros grupos de asalto haya sido exterminado casi por completo en una misión en la que alguno de mis hijos debía ir

Por supuesto, se supone que alguno de los dos tenía que dirigir la misión que Elizabeth y yo habíamos saboteado. Solo supuse que ese iba a ser Zeldris, el siempre dirigía las misiones desde que yo estaba con Elizabeth, siempre ponía una excusa diferente y al final se había vuelto costumbre que mi hermano dirigiera cada una de las misiones