Si no hubiera guerra

Asuntos pendientes

POV. MELIODAS

Elizabeth me había dejado con una sonrisa de tonto enamorado, esa diosa era asombrosa. Mientras ella se elevaba por los aires me quedé pensando en lo suave que eran sus labios, pero además de eso no logré sacar de mi cabeza la sensación de suavidad de sus pechos contra mi cuerpo, eso se había sentido realmente bien, había hecho que una corriente de energía recorriera mi cuerpo.

Cuando Elizabeth desapareció de mi vista me di media vuelta y comencé a volar en sentido contrario. Mientras volaba en dirección al clan demoniaco la realidad vino a mi como si no quisiera verme disfrutar un buen momento y mi sonrisa desapareció de mi rostro. Mi padre me mataría, si es que Zeldris no lo hacía antes. Se supone que yo era el que había planeado toda la emboscada al clan de las diosas, y cuando estábamos en pleno ataque simplemente desaparecí, aunque no creo que desaparecer sea la palabra más apropiada, en realidad hice un gran acto de presencia, después de todo había destruido el castillo del clan de las diosas, solo lo había hecho porque me había dejado llevar un poco, porque eso no estaba en mis planes, sin embargo los demonios no se debían enterar de esa parte.

Cuando llegué al palacio entré por la puerta principal, no tenía sentido escabullirme por una ventana, todos los demonios debían de estar al tanto de mi ausencia. Estaba al frente del castillo, me aseguré de que tuviera mi marca demoníaca y despejé mi rostro de cualquier tipo de emoción y sentimiento, lo cual fue bastante difícil porque todavía sentía un pequeño nerviosismo y una felicidad por el recuerdo del cálido tacto de Elizabeth.

Respiré profundo y abrí las puertas, todo sonido cesó, los demonios dejaron de moverse y se quedaron mirándome como si fuera un fantasma. Caminé por el pasillo y mientras lo hacía todos inclinaban sus cabezas. Antes de ir a mi habitación fui al salón donde se hacían los consejos de guerra, me sorprendí al encontrarlo lleno y en plena reunión. Zeldris estaba levantado con las dos manos encima de la mesa y parecía estar hablando con desesperación e ira. Cuando iba a reclamar por la interrupción su mirada se encontró con la mía y lo único que identifiqué fue que estaba totalmente perdido con la situación. Antes de que me defendiera Derieri gritó

- DONDE DEMONIOS ESTABAS, ERES UN COMPLETO IDIOTA DESCONSIDERADO Y ...

No pudo seguir hablando porque una bola de energía oscura le pegó de lleno en el abdomen e hizo que expulsara un poco de sangre por la boca. Pude haber sido más violento, pero pensaba en Elizabeth y ese simple pensamiento me ayudaba a calmarme un poco.

-Alguien más tiene algún reclamo-dije con una voz potente y neutra

Todos quedaron en silencio

-¿no?, bueno. quiero un reporte de las pérdidas que sufrimos y una narración de los hechos en los cuales no estuve presente, luego debemos hablar de un asunto de suma importancia

Caminé lentamente hacia mi puesto en la mesa y me senté. Zeldris quien se había calmado un poco de la conmoción también se sentó, por su parte Derieri se limpiaba los restos de sangre con ayuda de Monspeet. Mi hermano comenzó a hablar

-Cuando Chandler deshizo el hechizo del perfect cube comenzó la batalla, solo habían tres arcángeles, de ellos se encargaron los mandamientos, mientras todos luchaban entré al palacio y maté a unas cuantas diosas, no quería que nos arriesgaramos a un ataque sorpresa por parte de ellos, aunque se notaba que no estaban preparados para nada de lo que pasó. Cuando salí había una gran cantidad de muertos por parte de ambos bandos, pero más diosas que demonios, aún así hemos sufrido una gran pérdida. Luego todos nos vimos rodeados por una energía oscura de origen desconocido y nos retiramos.

-El origen no es desconocido- comenté finalmente- eso lo hice yo.

Todos quedaron un poco perplejos mirándome, en los ojos de Chandler se reflejaba su orgullo. Iba a agregar que lo había hecho para destruir ese palacio, pero debía cuidar mis palabras con Galand, no quiero que me descubra en la mentira, así que cambio el enfoque rápidamente