POV. MELIODAS
La verdad, los tres días que siguieron después del asesinato no logré dormirme con todas las ideas que tenía en la cabeza, cada vez que cerraba los ojos pensaba que el rey demonio me haría sucumbir ante su poder por haber traicionado mi clan, en realidad ya lo había hecho desde la primera vez que encubrí a Elizabeth, pero ya era diferente, porque mi relación con ella estaba oculta por decisión de nosotros, sin embargo solo había sido cuestión de horas para que encontraran los dos cadáveres de los demonios. La información se había esparcido por todo el clan que se encontraba en shock, porque no cualquiera podía matar a dos mandamientos y huir en el acto. Las hipótesis apuntaban a que había sido Elizabeth la causante de las muertes, a veces se me olvidaba que ella tenía una reputación bastante sangrienta entre los demonios y si me ponía a analizarlo era bastante lógico que pensaran eso, todos sabían que ella era la líder de su clan, una diosa honorable y guerrera, pero su error estaba en que no se les pasaba por la cabeza que el asesino estaba entre ellos.
Los tres días Zeldris y yo habíamos estado interrogando a todos los demonios del clan en frente de Galand para asegurarnos de que no mintieran, ninguno se había convertido en piedra y todos habían negado conocer las circunstancias en las que se habían dado sus muertes o el posible paradero del responsable, tres días exhaustivos donde los demonios se miraban con recelo y desconfiaban unos de otros. El resto de los mandamientos, aunque no lo dijeran, se notaban algo inquietos con las muertes de sus compañeros, a excepción de Gowther, él era imperturbable.
También se notaba las pocas horas de sueño que había tenido mi hermano, sus ojeras eran bastante acentuadas y que llevara por lo mínimo tres días sin ver a Gelda no colaboraba con su estado de ánimo, se veía bastante irritado y parecía que fuera a matar al primero que viera o que fuera a declarar culpable al demonio que presentara el menor signo de estar convirtiéndose en piedra y así terminar tantos interrogatorios agobiantes. Sin embargo, no contaba con esa suerte.
A pesar de que hubiera estado bastante paranoico con toda la situación, albergaba un poco de calma al saber que no me interrogarían, tal vez solo tenía que pasar el rumor que posiblemente duraría unas cuantas semanas y ya todo se calmaría, sin embargo no fue así, cuando finalmente nos tocó hablar con los mandamientos Chandler y Cusack también hicieron acto de presencia y nos avisaron que al atardecer ellos nos harían las preguntas a Zel y a mí y que por ese motivo teníamos el resto del día libre. Cuando llegué a mi habitación iba a intentar dormirme pero llegó el mensaje de Elizabeth, sopesé mis opciones y por un pequeño momento pensé en decirle que no, solo por un pequeño momento, porque luego pensé que de todas maneras no me dormiría y era mejor pasar ese tiempo con ella.
Miré mi reflejo y tenía que admitir que no estaba pasando por mi mejor momento, mi cabello estaba desordenado, tenía unas ojeras más marcadas que las de mi hermano y mi piel estaba pálida desprovista de todo color. Tal vez Elizabeth no le gustaba mi aspecto, pero no creo que fuera tan relevante, sólo habían sido tres días sin sueño. Me coloqué el chaleco y tomé mi arma para que pareciera que iba a matar a algunos cuantos pueblerinos y como supuse nadie me molestó cuando me fui. Aunque al parecer no había sido el primero de los hermanos que se había ido, pero no tenía tiempo para eso.
No me esperaba nada de lo que pasó después, ni que Merlín se fuera, ni que entrenara con los dos amigos de Elizabeth y mucho menos estaba preparado para conocer a la diosa con su faceta cariñosa y atrevida, pero ahí estábamos, sentados uno frente al otro después de que me hubiera dado uno de los momentos más alucinantes de mi vida y que estaba bastante seguro que nunca olvidaría, porque sí, me gustaba la Elizabeth amable y cariñosa, me atraía su versión enojada y en la que demostraba quien mandaba, pero cuando era atrevida, confiada y desvergonzada era simplemente una imagen celestial que esperaba ver más a menudo.
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Si no hubiera guerra
FanfictionEn la antigua Britannia de hace 3000 años el clan de las diosas y el clan de los demonios están en guerra por una razón totalmente desconocida. A pesar de esto Meliodas (sucesor del Rey Demonio) y Elizabeth (hija de la Deidad Suprema) desafiarán a s...