Discusión

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POV. ELIZABETH

Llegué en el mejor silencio que logré, abrí suavemente la ventana y entré a mi cuarto, todo estaba tal como lo dejé, lo que significaba que nadie se había enterado de que me había ido, no traté ni cambiarme la ropa o darme una ducha para quitarme todos los raspones y las suciedades, simplemente me dejé caer en la cama como lo haría un cuerpo sin vida e inmediatamente me quedé dormida. Desde mi punto de vista no habían pasado ni cinco minutos cuando sentí que alguien me llamaba y me estaba sacudiendo el hombro, me giré lentamente y malhumorada por haberme despertado, y vi como Mael me miraba con preocupación.

-¿Qué te pasa Mael?, me estás mirando como si estuviera muerta-

-Pues te ves como un cadáver- dijo

-Que encantador Mael, toda chica siempre quieren que la despierten con esa palabras tan halagadoras-respondí sarcásticamente provocando una sonrisa en el arcángel

-En serio, donde estabas, porque no me vas a hacer creer que estuviste todo el tiempo en el castillo, tienes ramas en el pelo y heridas prácticamente por todo el cuerpo, sin contar que tu ropa parece haber pasado por el mismísimo purgatorio-

Mi mente estaba pensando en una excusa válida más rápido de lo que podía y dije-No pasa nada Mael, en serio, simplemente quise tomar un poco de aire fresco nocturno y estaba volando bajo, mientras estaba sumida en mis pensamientos me terminé enredando con unas ramas y hojas y me pegué contra un árbol y caí en el suelo donde se ensució mi vestido- ví como era su reacción, no insistió más en el tema, pero se notaba que no me creía, tenía que ser más cuidadosa para la próxima. Al final él dijo

-Creo que te deberías dar una ducha, tenemos consejo en media hora-

-Ya voy- suspiré

Mientras el agua caía suavemente por mi cabeza y recorría todo mi cuerpo no pude pensar en todo lo que había cambiado mi vida desde que murio mi hermana, había conocido un demonio con el cual había entablado una amistad, pero al recordarlo no pude evitar pensar en la discusión que había tenido con Drole y con Gloxinia, no había hablado con ello desde ese incidente, terminé mi baño y me dirigí al consejo de guerra, cuando llegué ya todos estaban sentados, me senté en la cabecera, en el otro extremo de la mesa normalmente se sentaba Ginebra, pero con su ausencia Ludociel se sentaba en su puesto.

-Nerobasta, danos un informe completo de los últimos acontecimientos- ordenó Ludociel

-P-pues han sucedido unos eventos diferentes- luego agregó- parece que haya alguien que está saboteando nuestros ataques, no mata a nuestros guerreros, pero si los deja inconscientes o heridos de gravedad, todavía no hemos identificado la causa de los sabotajes-

Ludociel hizo una mueca de disgusto y no pude evitar que se deslizara una pequeña sonrisa por mi cara, lo cual no pasó desapercibido por el arcángel

-Qué te parece tan gracioso Elizabeth- preguntó Ludociel

-No creo que quieras saberlo- respondí

-No, por favor, insisto- dándome una sonrisa maliciosa

Le devolví la sonrisa falsa y le dije en forma de burla -Simplemente me parece gracioso que no hayas encontrado la causa, y cómo por primera vez uno de tus preciados y elaborados planes no sale bien, debe ser frustrante, ¿no?

Toda la sala quedó en un incómodo silencio, nadie se atrevía a decir nada, Mael tenía un intento de sonrisa mientras Sariel y Tarmiel parecían sorprendidos por la situación, Nerobasta se veía indignada ante mi comentario, pero la cara de Ludociel no tenía precio, estaba rojo de la ira y su sonrisa hipócrita se había borrado por completo, parecía a punto de maldecirme,pero él simplemente se levantó y me dijo

-Retractate-

-No lo haré, tú me dijiste que te lo dijera y eso hice- le respondí divertida por toda la situación

Otro momento de silencio reinó en la sala hasta que el líder de los arcángeles dijo

-Todos ya pueden irse, excepto tú Elizabeth- me dijo con una mirada llena de odio.

Tragué saliva pensando en que en esta ocasión tal vez me había dejado llevar un poco, sin duda alguna no iba a terminar en nada bueno, mientras todos se iban mis ojos se encontraron con los de Mael que me dio una mirada de apoyo, lo cual solo logró ponerme más nerviosa.

Cuando nos dejaron a todos solos traté de sostener la mirada y que mis gestos no revelaran absolutamente nada, Ludociel comenzó a dar pasos lentos hacia mí, disfrutando el suspenso que estaba en el ambiente, en pocos segundos quedó en frente mío, me ví obligada a levantar la mirada, porque él era mucho más alto que yo. Nadie dijo nada, pero no era necesario para sentir la tensión en el aire. Al final con una voz potente y autoritaria dijo

-Parece que estás más valiente, ¿verdad Elizabeth?-

-Parece que tus planes ya no son tan efectivos como antes, ¿verdad Ludociel?-

Espere a ver su reacción pero estaba inexpresivo, soltó una carcajada llena de sarcasmo

- Tranquila, sea quien sea el ser despreciable que está saboteando los planes será exterminado-

Evité con todas mis fuerzas demostrar el miedo que sentía en ese momento, así que pregunté sarcásticamente

-Y quien supuestamente tú, es tan hábil para encontrar a alguien que haya sido capaz de engañar al grandioso e inigualable Ludociel, líder de los cuatro arcángeles-

-No te lo voy a decir, quiero que sea una sorpresa- me dijo mientra me mostraba su sonrisa más sádica

- En ese caso espero que me sorprendas- dicho esto salí lo más tranquila posible pero antes de que llegara a la puerta Ludociel me dijo

-Y ten cuidado con los paseos nocturnos, no querrás que el espía te encuentre o te secuestre, sería una gran pérdida-

-¿Piensas que alguien me puede secuestrar?- pregunté tratando de ignorar el hecho que sabía que había salido

- No, pero sería una lástima, y no te enojes con Mael, él no me dijo nada, solo estaba pasando por tu cuarto y... me dió curiosidad-insinuó

-Nunca pensé que eras de los que escuchaba conversaciones ajenas Ludociel- comenté

-Claro que no, pero no podrás negar que sería un gran escándalo si se enteran que la hija de la D

eidad Suprema sale a dar caminatas nocturnas sin razón alguna- dijo mientras sus labios se retorcian en una cruel sonrisa para luego agregar- a menos que si tengas una razón-

- Estás paranoico Ludociel, salí para despejar mi mente, deberías hacerlo algún día, es realmente útil para pensar-

No espere a que me respondiera y me marché del salón caminando rígida y sin derrumbarme con todas las preguntas que tenía en esos momentos, pero una cosa tenía clara, Ludociel no se detendría hasta que descubriera que estaba haciendo, y no quería ni pensar en la remota idea de todo lo que haría si se enterara.

PD: Muchas gracias por seguir leyendo la historia, ya lleva quince partes, comenten, ¿que les gustaría que pasara?, ¿como les ha parecido la historia hasta ahora?

Si no hubiera guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora