Las flores de nuestro amor || kiribakushima

#8: Un sueño extraño

Siendo ya las 6 de la tarde, el último turno de trabajo de Katsuki finalmente había acabado. Con un cansancio mayormente mental que físico, se dirigió hacia su habitación, tomó una ducha y se dejó caer en su cama, sintiendo aquello como una especie de alivio al refugiarse entre sus sábanas y almohadas, las cuales de alguna forma conservaban aún la esencia de su hogar en New Town.

New Town, en donde todo siempre pareció ser mucho más sencillo que en esos momentos.

Permaneció en silencio, envuelto entre sus frazadas, pensando en todo y a la vez en nada. Así se prolongó hasta que, entre aquel océano de pensamientos, surgió la memoria de cuando él habló con Ashido, y lo que esta misma le había comentando acerca de cierto pelinegro de orbes rubíes.

"Está en cama desde hace un rato"

Y sí, es cierto que también le comentó que solamente se encontraba exhausto, y se podría concluir por lógica que, con dormir durante unas cuantas horas, estaría mejor en no mucho tiempo, ¿Cierto?

Pese a esto úlitmo, Katsuki, ahora disponiendo del número de teléfono del príncipe, sintió cierta necesidad de enviarle un mensaje a este mismo, en un intento de saber acerca de su estado actual.

Permaneció durante varios minutos aún callado, reflexionando sobre si debería o no ponerse en contacto con Kirishima. Para eventualmente acabar decidiendo que lo haría; cierta determinación reflejándose en los ojos de su inexperto ser.

Ahora bien, mientras tomaba su teléfono, previamente dejado por él mismo sobre su mesita de noche, el rubio se cuestionaba cosas como: ¿Qué debería decir? ¿Cómo comenzaba? ¿Cómo le preguntas a alguien por su bienestar sin que se note tu (indeseada para él) inquietud?

-Ah..- Aquel murmullo quedó flotando en el aire, como un indicador sutil de que una idea a medias había florecido en la cabeza de Bakugo.

Desbloqueó su celular y se dirigió a la app de mensajería, comenzando a teclear palabra por palabra con sus inquietos dedos, borrando y volviendo a escribir, esto sucediendo unas varias veces. Hasta que creyó que finalmente había logrado escribir algo decente según lo que quería y lo que no quería demostrar, pulsando así el botón para enviar.

_____: Hey Eijiro, soy yo, Katsuki.
La ojos de mapache me dio tu
número y dijo que estabas en
cama por haberte transformado.
No debiste haber hecho algo
tan tonto si sabías como
terminarías, ¿Eres idiota, acaso?..
Como sea, deja de hacer cosas
tan estúpidas opodrías acabar peor.
[18:48]

Con la esperanza de que sus emociones no fuesen tan fáciles de leer como si lo serían las palabras escritas en aquel texto, soltó un pesado suspiro, para luego observar que su mensaje se marcaba como enviado, mas no como recibido. Por lo cual, supuso que no tendría respuesta alguna dentro de un rato, por lo menos.

Maldita sea.. El "gustar de alguien" hasta ahora le pareció un completo fastidio, llegaba a sentirse vulnerable por cosas sin sentido, o le provocaba la necesidad de estar alerta en algunos momentos cuando se le tomaba desprevenido, o se veía también en la obligación de estar atento a sus propios movimientos para así evitar que llegara a ser de lo más obvio.

¿Cómo es que había gente que opinaba que gustar de alguien o estar enamorado era algo maravilloso? ¿Acaso él era el único que se veía ciertamente disgustado ante esa experiencia que, más encima, apenas iniciaba?

Decidió detener su cansado tren de pensamientos antes de que le diese un dolor de cabeza. Colocó su celular en la mesita de noche, para justo después envolverse de nuevo entre sus sábanas y almohadas con aroma a hogar, dispuesto a dormir de una vez. En el fondo esperando ya tener una respuesta de Kirishima cuando despertase.