Las flores de nuestro amor || kiribakushima

#31; De tal palo, tal astilla

Eijiro estiró todo su cuerpo antes de levantarse de la cama. Minutos antes cuando despertó, y podía oír ruidos de personas en la cocina y en la sala. Tomó su teléfono para ver la hora y notó que eran ya las 9 y media de la mañana.

Después de todo sus nervios no le impidieron dormir. Su cuerpo seguramente buscaba recuperar toda la energía que perdió luego de haber escapado, dormido por un par de horas, y haber paseado por partes de New Town por varias horas. Además de la caída del tren y todas las emociones que había experimentado en tan poco tiempo.

Salió al baño del segundo piso para lavar sus dientes y arreglar su cabello desordenado, y luego se dispuso a ir a la planta baja. Fue recibido por el increíble aroma del almuerzo siendo cocinado. Inhaló ese aroma con ganas, y ya estaba babeando del hambre.

Siguió caminando y se encontró con la maravillosa vista de Katsuki concentrado en la cocina. Le observó por varios segundos, embelesado. El rubio pudo sentir su mirada encima y volteó a mirarlo brevemente, luciendo tomado por sorpresa al inicio, pero volviendo a su expresión ligeramente malhumorada de casi siempre.

-Tardaste bastante en bajar. ¿Siempre duermes hasta tan tarde?- Dijo Katsuki casualmente mientras devolvía sus ojos a su tarea.

Kirishima caminó hacia la barra de la cocina mientras respondía. -De hecho, es la primera vez en semanas que duermo tantas horas seguidas.- Y notó la presencia de Masaru en la mesa del área de comedor con su laptop a un lado suyo. -Buenos días, señor Bakugo.

-Buen día, Nanase.

-¿Y su esposa?

-Trabaja temprano hoy.

-Ya veo.

-Puedes sentarte si gustas. Katsuki casi termina con el almuerzo, y hay café.

-Muchas gracias.

E hizo como se le ofreció. Luego de servirse una taza de café y prepararlo a si gusto, se sentó en la mesa del comedor, en el lado adyacente a Masaru.

El rubio terminó de cocinar y sirvió el almuerzo para los tres. Se sentaron a comer en silencio, tranquilamente, con el sonido de fondo de las voces provenientes del programa de noticias en la televisión. Su calma fue interrumpida al escuchar un cierto nombre.

"Con la desaparición del príncipe Kirishima Eijiro, que ha sido finalmente confirmada por las autoridades locales de Red Diamond luego de que las primeras 24 horas hayan pasado, mucha gente comienza a preguntarse: ¿Qué es lo que pasó con el príncipe? ¿Qué sucederá con su boda con el príncipe Kaminari Denki? ¿Qué más hará el gobierno que esté a su alcance para encontrar al príncipe? ¿Alguien está conspirando contra el reino al evitar que la boda suceda llevándose al príncipe? Sea cual sea la verdad, esto está agitando a nuestra nación..."

La persona de la TV siguió hablando pero ellos no le prestaron más de su atención cuando el adulto comentó. -¿El príncipe desapareció?... Ojalá se encuentre bien.

Kirishima tragó saliva. -Sí, lo mismo digo. -Y tomó un sorbo de su café.

Pasaron los minutos y terminaron de comer. Eijiro le ayudó a Katsuki a recoger la mesa. Mientras llevaba los trastes sucios al fregadero para lavarlos, el rubio ya se hallaba allí, y lo detuvo de siquiera tomar la esponja.

-Deja eso.

-Pero quiero ayudar, Katsuki.

Y en un movimiento inesperado, Katsuki lo tomó por la camiseta para acercarlo a él y poder susurrarle al oído. -Déjame terminar esto y luego podemos ir al patio trasero a hablar.

La cercanía repentina junto con el aliento contra su piel le causó escalofríos. El cenizo lo soltó, y Eijiro volvió a donde estaba sentado, con las orejas levemente rojas.