#15; Al revés

72 11 18
                                    

Más o menos seis meses habían pasado ya desde el cumpleaños número 13 de Kirishima. En estos momentos se encontraban en otro año casi más o menos recién iniciado, a principios del abril, más en específico, el décimo día de este mes.

Y muchas cosas sucedieron durante esos seis largos meses.

Katsuki y Eijiro se hicieron muchísimo más cercanos que antes, evidentemente esto también pasó entre Mina y el cenizo, pero el lazo que formaron los dos varones se volvió mucho más fuerte que el de la rosada y Bakugo. Eijiro y Katsuki incluso se consideraron a si mismos mejores amigos, aunque el cenizo se negase a admitirlo. (un pequeño detalle es que Ashido era ya la mejor amiga del príncipe desde hace mucho, solo que no sucedía lo mismo entre ella y el cenizo).

Conforme los meses fueron pasando, Bakugo fue conociendo más cosas acerca de Kirishima de las que era consciente cuando apenas llevaba unas 3 semanas en el castillo. Y viceversa, el príncipe también conoció muchas cosas nuevas del cenizo que jamás imaginó. Aunque, algo estos nuevos conocimientos ajenos adquiridos por los chicos, repercutieron de formas muy distintas en cada uno.

Primero, empecemos por Katsuki y lo que sucedió con sus sentimientos ya anteriormente nombrados "gustar de alguien" (cortesía de Sero) al descubrir muchas más cosas acerca del príncipe. Como éste de cierta manera ya sentía eso tipo de cosas por Kirishima, lo que sucedió al comienzo fue que, estos pequeños sentimientos que apenas habían comenzando a florecer entre las primeras dos o tres semanas de su asentamiento en el castillo, simple y directamente comenzaron a incrementar, cada vez más y más.

El pelinegro le parecía cada vez más una persona prácticamente perfecta; y decía "prácticamente" ya que, a pesar de brillar como el mismísimo sol y tener una sonrisa tan pura y hermosa, y una personalidad tan agradable, linda y considerada; tenía también sus, más o menos pequeños, problemas de autoestima y falta de autoconfianza. Los cuales no eran muy visibles superficialmente, pero que si conocías más a fondo a Eijiro, también conocerías ésta parte auto dañina del chico. Bakugo quería ayudar de alguna manera a Kirishima con esto último, para que no pasase de algo pequeño a algo más grande y aún más difícil de combatir. Solo que aún le era muy complicado hablar de este tipo de temas delicados con las personas, y por ende nunca le había externado al príncipe estas intenciones.

Pero, por más encantado que Bakugo estuviese con el pelinegro, esto no eliminaba el hecho de que todas esas pequeñas sensaciones derivadas de gustar de su mejor amigo, aún le fuesen molestas y hasta cierto punto irritantes.

Y debido a eso, el cenizo optó por deshacerse por completo de ese nuevo sentimiento que apareció tan repentinamente en su vida gracias a ese lindo y radiante príncipe. No le fue muy fácil que digamos, ya que aunque estas cosas que sentía no alcanzasen aún la cúspide; no era como si pudiese olvidarlo todo de la noche para la mañana, así que se tomó su debido tiempo.

Sólo eso necesitó para llevar a cabo su cometido, tiempo (y obviamente también negación constante y otras cosas). Y al cabo de más o menos un mes y medio o dos meses, había logrado extinguir por completo todo aquello que sentía y le irritaba. Al menos así lo parecía.

Ahora si, centrémonos en el otro protagonista de éste fanfic.

Cuando Kirishima comenzó a conocer tanto las cosas buenas como las malas del rubio, lo que esto causó fue una gran admiración del pelinegro por Bakugo. El cenizo era una persona maravillosa a los ojos del príncipe, a pesar de su temperamento y su actitud agresiva y en parte hosca. Quería aprender de la autoconfianza inquebrantable con la que parecía contar Katsuki, y algún día poder ser 'tan genial como él'.

Sin embargo, en algún punto de su vida, esa admiración por su amigo comenzó a transformarse en algo más. Algo más profundo, algo más complejo. Kirishima comenzó a tener pensamientos distintos acerca del rubio de los que normalmente habitaban en su cabeza. Y no para mal, al contrario... Eijiro comenzó a pensar cosas como "Me encanta que Katsuki sonría, se ve tan lindo así" "Katsuki se ve tan adorable cuando se sonroja" "La voz de Katsuki es tan masculina, me encantaría poder escucharlo hablar el día entero".

Las flores de nuestro amor || kiribakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora