#25; Nuestra promesa

32 4 35
                                    

⚠️Ojito: En este capítulo habrá una escena un poco subida de tono, aunque la narración de esta no es realmente explícita.

Preferiría que no haya nadie quejándose o juzgándome por ello en los comentarios, si no les gusta esa clase de contenido, simplemente retírense y ya.

Un dato que sí quiero mencionar, porque incluso a mí se me olvida o me confundo por cómo trabajo con este fanfic: Eijiro y Katsuki tienen poco más de 15 años de edad en estos capítulos.

Sin más dilación, disfruten su lectura u u.

───────⚝────────

Ay, el amor.

Eso era lo que pasaba por la cabeza de Mina cada tanto, siempre que recordaba o llegaba a ver a aquel par de tortolos. No necesariamente mostrándose cariño de la forma más dulce o siendo los más empalagosos. Con el simple hecho de que esos dos estuviesen existiendo alrededor del otro, se podía notar el aura especial que les rodeaba.

Cielos, de vez en cuando la ojimiel llegaba a tenerles algo de envidia. ¿Cuándo llegaría su momento de encontrar a ese alguien especial?

De todos modos, a la pelirrosa le hacía muy feliz saber que actualmente sus dos amigos estaban a punto de cumplir su primer año de novios. En verdad que ese par le parecía realmente adorable.

Y su emoción era quizás más grande que la del resto de su grupo de amigos, debido a que ella prácticamente se mantuvo presenciando cómo esa pareja fue avanzando desde los inicios, prácticamente lo mismo sucede con Sero, el segundo testigo más cercano de esa relación.

Y aún mayor fue su entusiasmo cuando Eijiro le contó acerca del lugar al que llevaría a Katsuki por su primer aniversario. Con ello comprobó, de nuevo, que el pelinegro era la clase de novio muy detallista.

De vez en cuando extrañaba aquellas ocasiones en las que el príncipe se acercaba con ella con la intención de pedir sus consejos acerca del romance, pero también le alegraba que Kirishima haya comenzado a ser un poco más independiente en ese aspecto.

Les deseaba lo mejor y también se preguntaba qué situaciones les esperaba a ese par en el futuro, ya sea cercano o lejano.


• • •


-Ya te dije que no es necesario, idiota.

-¡Pero quiero hacerlo! ¡Anda, Suki!

-No tienes por qué gastar tanto dinero en mí para celebrar esto.

-Sabes que eso no es problema para mí.

-¿Ah, sí? ¿Qué les dirás a tus padres sobre todo el dinero que gastarás?- Katsuki alzó una de sus cejas, cuestionando su razonamiento.

-Nunca se han preocupado por saber sobre eso, porque jamás he gastado una cantidad realmente exagerada en una sola ocasión. Y, créeme, que he gastado cantidades que se consideran algo... altas.

El rubio entonces le vio con cierto recelo, sin decir una sola palabra. Y por ello, el pelinegro decidió utilizar una de sus maniobras más útiles: los ojos de cachorrito.

-¡Por favor! ¡Ya escuchaste que no hay problema alguno! ¡Déjame consentirte!- En eso tomó su mano izquierda entre ambas suyas.

Bakugo esbozó una mueca unos instantes después de aquello, maldiciendo para sus adentros que esa estúpida expresión realmente tuviera efecto en él.

"Maldita gente rica"

-¡Bien, bien! Como quieras. Aleja tu estúpido rostro de mí- Mandó su mano libre directo a la cara del otro, empujándolo con fuerza, causando que el príncipe soltara una risa.

Las flores de nuestro amor || kiribakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora