El día había llegado por fin. El cumpleaños del rubio estaba presente. Su mañana al abrir sus ojos no fue muy diferente a las otras, despertó aproximadamente a las 7 y media (partirían del castillo a las 9). Salió de la cama, tomó una ducha, cepilló sus dientes, se vistió. Su rutina de todos los días.
Lo diferente apareció a la hora de salir de su habitación. Apenas cruzó la puerta de su habitación y sintió como un brazo ajeno rodeó su nuca y se recargaba en sus hombros, mientras escuchaba como alguien comenzaba a hablar de manera demasiado alegre y energética para su gusto a esas horas del día.
-¡Bakubro! ¡Feliz cumpleaños, amigo!- Era Sero el que le había tomado por sorpresa.
-¡Hazte a un lado, colado!- Removió el cuerpo del pelinegro de encima suyo con una pequeña explosión en la mano ajena, un poco molesto.
-¡Oh, vamos! ¿Sigues con eso?, lo haces parecer como si hubiese rogado que me invitaran también o como si estuviese yendo a escondidas- Hablaba en medio de un mini berrinche mientras soplaba la parte atacada de su mano. Hanta decía aquello ya que, como saben, anteriormente este había sido invitado por Eijiro a la salida que harían por el cumpleaños de Katsuki. Sólo que se le ocurrió decirle al cenizo que iría, pero un día antes de la fecha del viaje. -El mismísimo príncipe Kirishima me llamó para hablar y me invitó- Agregó al final sonriendo con ironía.
-Si, lo que digas, tu molestosa jodida presencia no era necesaria para hoy- La molestia del cenizo era una mezcla entre genuina y falsa. Lo genuino era porque a Bakugo no le gustaba para nada el contacto físico con otras personas. Y lo falso era por esto último que dijo, no era que estuviese rebosando de felicidad porque Hanta fuese al viaje también, pero tampoco le molestaba la idea, le daba un poco lo mismo.
-Si de verdad te molestara que vaya a ir, me hubieses dejado inconsciente con unas cuantas explosiones ayer que te lo dije- Decía con mucha seguridad, sonriendo como siempre.
-Tch, piensa lo que quieras, colado. No me importa- Seguía con su actitud ahora entre molesta e indiferente. El pelinegro simplemente respondió a esto rodeando los ojos mientras sonreía levemente.
-En fin... Oye, antes de que se me olvide..- El chico sacó algo de quien sabe donde -¡Aquí esta tu regalo!- Le dijo sonriente, acercándole el objeto, en espera de que lo tomase.
El rubio observó aquel objeto por unos segundos; tenía una forma cuadrada y no tenía mucho grosor, estaba envuelto en un papel sencillo de un color anaranjado pastel. Lo tomó en un movimiento rápido, y comenzó a desgarrar el papel. Para cuando ya lo había desenvuelto por completo, quedó levemente sorprendido.
-¿Y?.. ¿Qué te parece?- Preguntó Hanta, expectante.
Y bueno, ¿Qué podría decir Bakugo?, le encantó el regalo. Era un disco de su cantante favorito, y era del álbum que más le gustaba de este. Por alguna razón, no se esperaba que Sero le diese un regalo como ese.
-No es tan patético, supongo- Respondió, desviando la mirada; sin querer admitir como se sentía en realidad acerca de ese regalo.
-Lo tomaré como un "Lo amé, es el mejor regalo del mundo. Gracias, Sero"- Dijo con seguridad el pelinegro, como siempre sonriente.
-Pff, como sea, fuiste tú el que dijo esa estupidez, no yo- Seguía sin querer admitir nada.
Así después de esto último, estuvo hablando por un rato más con Sero (más bien este era el que hablaba y el cenizo solo hacía comentarios los cuales el otro respondía de vuelta), hasta que en un momento se separaron, ya que el pelinegro había olvidado empacar algo más para el pequeño viaje, así que decidió regresar a su habitación.
ESTÁS LEYENDO
Las flores de nuestro amor || kiribakushima
Fanfiction⏤͟͟͞͞ 🌺┆ Las flores pueden poseer muchos significados diferentes y representar cientos de cosas distintas. Y una de estas, era el amor que se había suscitado inadvertidamente entre estos dos jóvenes. Kirishima Eijiro es un príncipe, cuya existenci...