Capítulo 12🍁

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LENA

Martes.

Escucho a Brenda hablar muy rápidamente y de manera entusiasta sobre sus ideas para la decoración del baile de otoño mientras caminamos por los pasillos. Piper, quien parece estar acostumbrada al palabrerío de la rubia, se dedica a teclear en su celular prácticamente ignorándonos.

—Quiero que sea al aire libre, lleno de hermosas luces—sus ojos parecen brillar al hablar.

Asiento distraídamente, prefiero decirle que si a todo.

—¿Crees que el clima colabore?

Volteamos a ver a Piper. Creí que ni estaba escuchando.

—Eso espero, si no lo hace, lo obligare—no parece decirlo en broma.

La castaña levanta la mirada frunciendo el ceño.

—Brenda, no puedes hacer que el clima haga lo que tú quieras.

—¿Quién dice que no?—pregunta sin quitar su enorme sonrisa.

—La ciencia, rubia.

No puedo evitar reír. Las ocurrencias de Brenda pueden ser muy particulares.

Piper vuelve a su celular ignorando que Brenda comenzó nuevamente con su palabrerío. Yo también me desconecto, pero perdiéndome en mis pensamientos.

Estos días están siendo extraños, todavía no sé si es bueno o malo. Tener tantas personas a mí alrededor no es algo a lo que este acostumbrada, pero curiosamente no me desagrada del todo. Ciertamente me incomoda un poco, tal vez sea cuestión de tiempo para acostumbrarme por completo.

Estamos a solo unos pasos de la puerta del salón donde se hacen las reuniones cuando escuchamos una discusión. Nos apresuramos a entrar y la escena que vemos nos deja con la boca abierta. Diana y Dash se están gritando, detrás de ellos hay una ventana rota. Hamilton, sabiamente, está en una esquina del salón sin intervenir.

—¿¡Qué fue lo que paso!?—grita Brenda.

Me sorprende su expresión enojada y alterada. Ella parece ser el tipo de persona que nada le mueve un pelo.

—¡Este imbécil rompió una ventana!—Diana esta tan enojada que creo que podría golpear a Dash.

—¿¡Como mierda ocurrió eso!?—busca explicación la rubia.

Disimuladamente me desplazo hasta donde está el niño inglés, siento que entre Brenda y Diana terminaran por arrancarle la cabeza a Dash, no quiero quedar en medio del fuego cruzado.

—Bueno...—comienza nervioso—. Es una historia divertida. Yo jugaba con un balón cuando, sin querer, termino traspasando la ventana.

—Yo no le veo lo divertido—habla Diana apretando fuertemente los dientes.

Brenda, ya un poco calmada, se acerca a su amiga para tranquilizarla y alejarla del culpable de este incidente antes de que lo mate.

—¿Qué está pasando aquí?— la voz del director nos sobresalta a todos.

Brenda, sin inmutarse ante la presencia intimidante del director, se acerca para enfrentarlo.

—Tuvimos un incidente con la ventana.

La cara del director se transforma en una expresión que podría hacerle buena competencia a la de Diana.

—¿Tienen idea de lo que cuestan esas ventanas?—habla con los dientes apretados, pero debe tomar una respiración para calmarse.

El Otoño PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora