LENA.
Viernes.
La fiesta es hoy y, como es de costumbre, los posibles escenarios han dado vuelta en mi cabeza desde la noche anterior. Sin embargo, me propuse olvidarme de todo y solo disfrutar de la noche. Si es necesario tomare hasta que mi lado sensato se apague por completo. No hasta el punto de desmayarme, claro, pero al menos quiero divertirme sin preocuparme de crear desastres.
Escucho a Maddie hablar emocionada sobre la fiesta que tiene en unas horas y comentar, una y otra vez, lo hermoso que es su disfraz.
—Te lo juro, me veo increíble con ese disfraz.
Ruedo los ojos por milésima vez en las últimas dos horas.
—Sí, lo sé—le digo algo divertida—. Ya lo mencionaste una infinidad de veces, Maddie.
Ella ríe un poco y termino por hacer lo mismo, porque su risa es contagiosa.
—Perdón, pero las cosas aquí van increíble y estoy feliz por eso—comenta para luego dar una sonrisa nostálgica—. Desearía que estuvieras aquí.
Su frase no es para nada nueva. Siempre que hablamos por video llamada dice lo mismo, hasta creo que quiere que tome un vuelo inmediato a Londres.
—Lo sé, pero no te preocupes por mí—le digo—. Las cosas están bien por aquí.
Una sonrisa completamente diferente a la de antes surge en su rostro.
—Eso ya lo sé, Hamilton me mantiene al tanto de todo.
Por supuesto que lo hace, es bastante obvio. No culpare a Hamilton, se cómo es Maddie y puede ser demasiado insistente al igual que convincente.
—No vayas a molestarte con él—pide, seguramente pensando que metió la pata al delatarlo.
—Te prometo no matarlo—bromeo divertida.
Escucho de repente música a todo volumen y se perfectamente de donde proviene. Dejo a Maddie un momento y me dirijo a la habitación de mi hermano. Toco su puerta fuertemente, pero el idiota no responde.
—¡Tanner, baja el volumen!—hablo fuerte mientras vuelvo a tocar la puerta repetitivas veces.
Sigo tocando hasta que abre la puerta.
—¿Qué quieres?—pregunta de mala gana.
—Que bajes la música, estoy hablando con Maddie—le digo molesta por su actitud.
El idiota se atreve a rodar los ojos delante de mí.
—No pongas esa cara, no te pido que la quites, solo que la bajes—le digo apretando los dientes y controlando mis ganas de matarlo.
Él simplemente me cierra la puerta en la cara, pero segundos después escucho como le baja el volumen a la música. Vuelvo a mi habitación y cierro la puerta de un portazo. Gracias a dios no están mis padres o me matarían.
—¿Qué ocurrió?—pregunta Maddie cuando le devuelvo mi atención.
—Parece que mi hermano esta de malhumor—suspiro pesadamente.
—¿Por qué?—pregunta confusa—. Creí que hoy tenía una cita con Piper. ¿No debería estar emocionado?
Si, debería estarlo. Algo no está bien con él.
—Da igual, sigue hablándome de tu increíble disfraz—bromeo haciéndola reír, pero de todas formas retoma el tema.
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El Otoño Perfecto
Fiksi RemajaDesde que Lena tiene memoria sus otoños han sido invadidos por la mala suerte. Razón por la cual, con el pasar de los años se volvió una persona poco sociable que rara vez participa de los eventos escolares en otoño por el miedo a lo que podría pasa...