Capítulo 32🍁

3.2K 249 196
                                    

LENA.

Años antes.

Mi familia decora mi casa con emoción. Este año me anime a celebrar mi cumpleaños por insistencia de Maddie, sigo pensando que no es una buena idea.

—¿Te gustan estos?

Volteo a ver a mi amiga que sostiene unos globos de colores.

—Son globos, Maddie, no hay mucho que opinar —bromeo.

Ella rueda los ojos y comienza a colgarlos por mi casa. Voy hacia la cocina dejando a Maddie decorando la sala. Mi hermano está ahí intentando probar un poco del pastel que me prepararon nuestros padres.

—Quita tu mano de ahí, es para más tarde —le ordeno haciendo que se sobresalte de repente.

—Tengo hambre.

—No me importa, eso es para después.

—No entiendo el revuelo, ya sabemos cómo terminara.

Bufo sentándome en una silla.

—También lo creo, pero ve tú a decirle a Maddison eso.

—No intentaba desanimarte, hermana, disculpa.

—Estoy desanimada desde que me levante, Tanner.

Él se sienta a mi lado.

—Podríamos estar equivocados y este día será increíble —intenta animarme. No lo logra, pero se valora la intención.

—¿Dónde está la cumpleañera? —escucho una voz animada.

Meredith.

Veo a la mujer entrar en la cocina con una enorme sonrisa.

—¡Feliz cumpleaños! —me abraza.

—Gracias, Mer.

—Ya tienes trece años, el tiempo pasa muy rápido.

—Demasiado, diría yo.

Maddie entra en la cocina y saluda a su madre con un abrazo.

—Qué bueno que ya estás aquí, necesitamos ayuda y la cumpleañera parece no estar con el mejor humor —dice la rubia lanzándome una mirada de reproche a la que únicamente le respondo encogiéndome de brazos.

—Iré entonces a ayudar y ustedes encárguense de alegrar a la cumpleañera —nos sonríe y luego sale rápidamente.

—Vamos, quiero que me maquilles, prometo no quejarme hoy —dice Maddie haciéndome sonreír.

Mi mejor amiga toma mi mano guiándome hasta mi habitación donde me dedico a maquillarla mientras reímos.

Durante toda la tarde espero a que alguien llegue, pero nadie toca a la puerta. Espero, espero y espero. Para la noche mis ánimos son pésimos. Invite a todos mis compañeros de clases y ninguno vino, lo que me decepciona bastante, aun cuando ya suponía que esto pasaría.

—¿Por qué me odian, Maddie? —le pregunto a mi amiga que come un pedazo de pastel.

—Ellos no te odian, solo son idiotas.

Los intentos de mi amiga consolarme no funcionan, para nada. Mi hermano también lo intenta, pero son pocas las veces que logra sacarme una sonrisa. Mis padres, por su parte, hablan con los de Maddie y con nuestra vecina, que fueron las únicas personas que vinieron a mi cumpleaños.

El Otoño PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora