Capítulo 15🍁

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LENA.

Martes.

Veo a Brenda discutir con Dash, lo que es raro porque ella nunca discute con nadie. Ya decía yo que no podía existir alguien con tanta paciencia como para soportar tanto a Dash. No es que él sea completamente insoportable, generalmente sus tonterías nos hacen reír, pero es difícil mantener la paciencia con él a veces.

—Si te digo que vayas, vas—dice firme Brenda.

—¿Por qué no puede ir alguien más?—pregunta haciendo un puchero como si fuera un niño de cinco años.

—Porque estamos muy ocupados y tú no tienes casi nada de trabajo—argumenta la rubia cruzándose de brazos.

El resto vemos con diversión la ridícula discusión. Creo que Diana está disfrutando que alguien sea firme con Dash, es notable que ella es quien menos soporta la actitud inmadura del chico.

—¡Pero ella me odia!

—No te odia—rueda los ojos Brenda.

—Por supuesto que sí, siempre me mira como si quisiera asesinarme.

—Yo igual, pero no por eso te odio—interviene Diana.

Dash ignora su comentario y continua suplicándole a Brenda que le encargue la tarea a alguien más, pero no obtiene una respuesta diferente a la inicial.

—Vas y punto.

Ante las palabras firmes de Brenda se rinde cediendo al pedido. Veo a Hamilton levantarse y palmear su hombro.

—Vamos, yo te acompaño.

Nadie replica y los dejamos marchar camino a su encargo. Brenda suspira con cansancio, el cual también se ve reflejado en su rostro.

—¿Por qué tanto problema?—pregunto sin entender lo que le molesta al chico.

Lo único que debe hacer es llevarle unos papeles a Astrid, ya que ella es la presidenta del consejo estudiantil y debe revisar todo.

—Él y Astrid tienen una rivalidad absurda desde hace años—me explica Diana.

—Sí, no tenemos idea de cómo comenzó todo, pero es evidente que Astrid no lo soporta—habla Piper mientras teclea algo en su celular.

Brenda ríe y se sienta en una de las sillas.

—Yo creo que se gustan.

—Y por eso el solecito siempre insiste en enviarlo a él—comenta Diana con diversión.

—Algún día esos dos me lo agradecerán.

Todas reímos ante las palabras de la rubia y luego seguimos con nuestro trabajo.

Todavía nos queda mucho por organizar, pero no hay apuro, faltan semanas para el festival. Lo que ya tenemos son los puestos, juegos y el entretenimiento, ahora debemos ver la distribución, cronograma y decoración. Brenda parece tener todo bastante claro y está decidida a que las cosas salgan como ella lo espera.

Terminamos de acordar algunos detalles y decidimos tomarnos un descanso.

—Se acerca la fiesta de Halloween, ¿Ya pensaron sus disfraces?—pregunta Brenda emocionada.

Realmente había olvidado que pronto será Halloween, no tengo idea de que disfraz usar.

—No, todavía no pensé en nada.

—La fiesta es este sábado—me recuerda Diana.

—Ya lo sé, pero no tengo idea de que voy a disfrazarme.

El Otoño PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora