Capítulo 33🍁

3.5K 236 106
                                    

LENA.

Viernes.

—Maldición —me quejo como por quinta vez en la última hora.

Me miro al espejo bastante molesta. Mi cabello no quiere colaborar este día.

—Lena, deja de luchar con tu pobre cabello —escucho a Hamilton que esta recostado en mi cama mientras dibuja algo en una libreta para entretenerse.

Se supone que tendríamos que haber salido hace rato para llegar a tiempo con nuestros amigos, pero llevo intentando alaciar mi cabello desde hace casi una hora.

—No quiere colaborar.

—Se ve bien.

—Es un desastre.

—Un desastre encantador —ríe.

—Te estas burlando de mí.

—No me estoy burlando.

—No pienso irme sin dejar mi cabello completamente lacio —digo volviendo a intentarlo.

Escucho que suspira y luego, por el espejo, veo que se levanta para acercarse a mí.

—Déjame ayudarte con eso.

Le permito tomar el aparato para que intente alaciar por mechones. Mientras lo hace está muy concentrado en su trabajo, lo que me hace reír un poco.

—¿De qué te ríes?

—Es divertido verte tan concentrado.

—Quiero evitar quemarte.

—Confío en que no lo harás.

Él continúa con suma concentración y cuidado.

—Listo —dice luego de algunos minutos.

—Quedo perfecto —sonrío viéndome al espejo.

—Tú eres perfecta —besa mi mejilla y luego se aleja para tomar mi bolso—. Ahora, vamos que estamos llegando tarde.

Me da el bolso y luego me alcanza mi abrigo.

—No es tan tarde.

—Se supone que había que llegar a lo de Brenda hace media hora —ríe.

Solo me encojo de hombros y salgo de la habitación con el siguiéndome.

—No es tan tarde —vuelvo a repetir causando que de una carcajada.

🍁🍁🍁

Cuando estamos frente a la casa, casi mansión, de Brenda, estoy congelada. El frío es insoportable, ya estamos en invierno e incluso empezó a nevar.

—Recuérdame la razón por la que acepte hacer esto.

—Porque fue idea de Brenda y como buenos amigos debemos apoyar sus ideas.

—¿Y si su idea implica tirarnos de un puente?

—La seguimos como buenos amigos —bromea divertido.

—Esto de tener amigos es complicado.

—Ya no puedes retractarte.

La puerta frente a nosotros se abre cortando nuestra conversación y apareciendo la rubia, que lleva un gorrito navideño en su cabeza.

—¡Llegaron! —habla emocionada.

Ella nos abraza a ambos y luego nos hace pasar. El resto de nuestros amigos está en la sala, también está mi hermano que fue arrastrado a esto por Piper.

El Otoño PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora