El Otoño Perfecto

Capítulo 30🍁

(Dejo una canción en multimedia para que puedan disfrutar mucho más el capítulo ❤️)

LENA.

Viernes.

Es finalmente el día del baile y estoy un poco nerviosa, bueno, muy nerviosa. Muy pocas veces asistí al baile de otoño, el miedo de que pasara algo era muy grande y prefería no arriesgarme. Incluso en esas pocas veces tuve malas experiencias por culpa de mi mala suerte, pero tengo la esperanza de que este año sea diferente. Lo que más nerviosa me tiene es que voy a ir con Hamilton, a pesar de que también es algo que me emociona.

Espero junto a Piper paciente a que Brenda nos abra la puerta de su casa. Quedamos de encontrarnos aquí para prepararnos juntas, a lo que ninguna se opuso, porque, además de que llevarle la contraria a Brenda justo hoy no es buena, su habitación es una maravilla y ninguna de nosotras desperdiciaría la oportunidad.

Siento un peso caer sobre mi brazo, a lo que inmediatamente decido moverme por instinto.

¡Mierda!, Piper cayó al suelo.

Veo como Piper no hace ningún movimiento. ¿La mate?

—Piper, di algo, muévete, lo que sea.

—Tengo sueño —la escucho decir.

Suspiro finalmente y la ayudo a levantarse.

—Me asustaste, creí que había dejado viudo a mi hermano.

Ella ríe un poco y acomoda su cabello.

—Disculpa, estoy muy cansada, esta semana fue una locura.

—Lo sé, Brenda no nos dio mucho descanso estos días.

Durante toda la semana solo nos concentramos en el baile, incluso faltamos a algunas clases por estar trabajando en los preparativos. Ayer nos pasamos el día completo con la decoración y terminamos todos agotados.

—Pero el esfuerzo valdrá la pena.

Le sonrío dándole la razón.

La puerta se abre mostrando a la rubia con una sonrisa enorme en el rostro.

—¡Qué bueno que llegaron! —dice Brenda dejándonos pasar a su casa.

Una mujer algo canosa nos saluda al pasar de manera cordial y luego se pierde por un pasillo.

—Es el ama de llaves —me explica Brenda al ver mi desconcierto.

—¿También tienen cocinero? —bromeo.

—De hecho, sí, pero está de vacaciones.

Dejándome con la sorpresa en el rostro, comienza a subir las escaleras. Con Piper la seguimos de inmediato, no me sorprendería si me perdiera en esta casa, es mejor no separarme mucho de Brenda.

Entremos en la habitación de la rubia para ver a Diana tirada en la enorme cama de Brenda.

—Ya intente despertarla varias veces, pero tiene el sueño pesado.

—Debe estar cansada luego de la semana que tuvimos —dice Piper soltando un bostezo y también acomodándose en la cama de Brenda.

—Genial, otra más —se queja Brenda a mi lado.

Me acerco a ambas y tomo un pie de cada una para arrastrarlas hacia el suelo.

—¡Ya despierten!

Tanto Piper como Diana se quejan por mis gritos.

—Lena, déjanos dormir —dice Piper sin intenciones de levantarse.

Diana tampoco tiene intenciones de hacer caso y que el suelo de la habitación de Brenda tenga una alfombra de peluche no ayuda mucho.