El Otoño Perfecto

Epílogo🍁

LENA.

Meses después.

—¿Qué pasa si no es lo mismo que al irme?

—Sera lo mismo, Maddie.

—¿Pero qué pasa si no?

Suspiro algo cansada y me quito el antifaz que intentaba usar para dormir un poco.

—Si ese fuera el caso, siempre podemos tomarnos un vuelo de regreso.

Llevo sentada a su lado escuchándola hablar con nervios desde hace unas horas y mi idea de dormir un poco durante el vuelo quedo completamente arruinada. Tenía la esperanza de que, en algún momento, se cansara y decidiera dormir, pero eso no paso.

—Además, has hablado con ellos seguido —digo soltando un bostezo involuntario—. Creo si algo hubiera cambiado, lo sabrías.

—Tienes razón —asiente calmándose un poco—. No tengo idea de porque estoy tan nerviosa. ¿Cómo es que tú estás tan tranquila?

—Porque tengo sueño. Mi momento de nervios y emoción fue anoche, así que no dormí nada.

Ella suelta una risa divertida.

—Empezaba a creer que habías seguido la idea de Dash.

—Quiero pensar que lo de fumar marihuana antes de subir al avión era una broma.

Vuelve a reír y esta vez yo también lo hago.

—Voy a extrañar a ese idiota —comento.

—Yo igual, a todos.

—Pero estoy segura de que llamaran cada día para asegurarse de que no nos olvidamos de ellos.

—Y para escuchar chismes.

—Y para escuchar chismes —repito con diversión.

Estos meses con mis amigos fueron increíbles, meses de risas, locuras y diversión. Por primera vez viví experiencias y momentos que recordare toda la vida. Lo único malo fue que duro poco o, por lo menos, así se sintió.

Voy a extrañar las constantes discusiones de Dash y Diana, el increíble e inigualable ánimo de Brenda, las charlas y bromas con mi cuñada e incluso las tonterías de mi hermano.

Debo admitir que me da nervios pensar en cómo será todo en Londres. Maddie tiene sus amigos allí, mientras que yo no conozco a casi nadie.

—¿Crees que les agradare?

Mi pregunta la desconcierta por un instante, pero luego sonríe.

—Les encantaras —asegura con confianza—. Bonnie está emocionada de conocerte. Dice que quiere conocer a la chica que hace que su mejor amigo ande con cabecita de enamorado todo el día.

—Hamilton dice que ella se burla mucho de él —río recordando las conversaciones con mi novio—. Ella me agrada.

—Espera a conocerla, está loca, pero en un muy buen sentido.

—¿Sera real eso de que nos va dar la bienvenida al país con una vaca de regalo?

Maddie suelta una carcajada causando la queja de otros pasajeros que están intentando dormir. Ella se disculpa rodando los ojos y reprime su risa.

—Te voy a dar tres consejos sobre Bonnie.

—¿Debería anotar?

Ella niega divertida.

—Consejo número uno, tiene una obsesión con las vacas.

La miro extrañada.

—No preguntes, no tengo idea y es mejor no tenerla. Con ella es mejor no hacer preguntas.