Capítulo 9🍁

3.9K 252 103
                                    

LENA.

Miércoles.

El primer ensayo de la obra es hoy, estoy rezando a todos los dioses que conozco para que nada malo pase.

Aún recuerdo la última vez que estuve en un ensayo en otoño, fue hace unos tres años y yo solo estaba sentada al fondo del auditorio observando, pero eso no impidió que mi mala suerte hiciera acto de presencia. Resumiendo el trágico evento, los rociadores de incendio de activaron por mi culpa. En mi defensa, creo que parte de la culpa la tiene un chico de último año que me pidió que escondiera su encendedor junto a sus cigarrillos. Sí, yo tampoco tendría por qué haber jugado con él, pero no sabía que se activarían. En fin, la utilería y vestuarios se arruinaron, fui castigada por dos semanas, tanto en la escuela como en mi casa, y pase medio año convenciendo a la profesora de que me dejara participar de las próximas obras.

Cierro mi casillero justo al mismo tiempo que Hamilton. Apenas pudimos vernos hoy, solo compartíamos la primera clase, por lo que no pude descargar mi frustración y nervios. De camino a la escuela tampoco tuvimos oportunidad de hablar mucho porque desperté muy tarde, con suerte llegamos a la primera clase. De igual manera, aproveche los descansos para torturarlo con mi palabrerío.

Suspiro dramáticamente para llamar su atención. El me mira alzando una ceja.

—Lena, es un ensayo no un juicio donde te condenaran a muerte por matar a alguien—bromea.

Rio mientras ruedo los ojos.

—De igual manera estoy condenada.

El resopla y creo oírlo murmurar algo sobre tener paciencia.

Comenzamos nuestro camino hacia el auditorio. Me tranquiliza un poco que el este conmigo, pero jamás lo admitiré en voz alta.

Mientras caminamos por los pasillos reviso mi celular, el cual está saturado con mensajes del comité. Desde que Brenda nos agregó no han dejado de llegar, pero lo peor es que, más que ser sobre asuntos importantes, son peleas entre Diana y Dash. Esos dos discuten por cualquier bobería.

Llegamos al auditorio donde varias personas están movilizándose. No veo a la profesora por ningún lado, pero a quien si capto de inmediato es a Zara, que en cuanto nos ve se acerca sonriente.

—Hola, chicos—saluda—. ¿Emocionados por el primer ensayo?

—Mucho—respondo sin tanto entusiasmo, pero creo que ella no lo nota—. ¿La profesora todavía no llega?

—Fue por unas cosas, pero en cualquier momento vuelve—avisa—. Mientras tanto vamos a sentarnos.

Ella prácticamente nos obliga a sentarnos en las butacas del auditorio.

—Escuche que se unieron al comité de eventos.

—¿Cómo...?

—Astrid es la presidenta del consejo estudiantil—interrumpe la pregunta de Hamilton.

Cierto, su mejor amiga trabaja en conjunto al comité.

El niño ingles asiente y ella de inmediato comienza a hablar sobre sugerencias que tiene para el festival. Al parecer está enterada de todo.

—Intente hablarlo con Brenda, pero siempre está ocupada—comenta encogiéndose de hombros.

Parece tan interesada que me parece raro que no se involucrara más.

—¿No has pensado en ser parte del comité?

—Sí, pero entre las obras y los clubs extracurriculares no tengo el tiempo —argumenta soltando un suspiro.

El Otoño PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora