- Capítulo 18 -

3.7K 362 1K
                                    

- ¡Anne ese niño necesita disciplina! - Des manoteaba y gritaba tras el volante de camino a Londres.

- No me digas como educar a mi hijo o tendremos un problema. - Anne hablaba con tranquilidad y eso sacaba de quicio a su esposo.

- También es mi hijo. - Se formó un silencio incómodo. - Anne escucha solo quiero lo mejor para él. - Esta vez habló con más calma.

- Desmond sabes que no es así, no insultes mi inteligencia, solo lo aceptaste a él para que yo no me fuera. - La voz de Anne se quebró un poco y Des se giró para verla él también tenía lágrimas en los ojos.

- Anne... - Tardo solo un instante, fue un momento en el que perdió de vista el camino de la carretera, había una pequeña curvatura que no noto por estar perdido en los tristes ojos de su esposa, invadiendo así el carril contrario, todo pasó demasiado rápido, parecía como si en el destino estuviera escrito que las cosas pasarán así, cada segundo estaba planeado para coincidir en ese momento exacto, en el carril contrario un enorme tráiler de carga era conducido por un chófer exhausto y distraído que giro su atención al termo con café que llevaba en el porta vasos, fue justo cuando Des invadió su carril, fue justo cuando la vista de Anne estaba conectada sobre la de su esposo, lo siguiente que oyeron fue el sonoro golpe de ambos vehículos colisionando.

Todo pasó en cámara lenta para ellos, Anne a pesar de traer el cinturón de seguridad, salió disparada contra el vidrio de enfrente que se rompió con el impacto de su cuerpo, Des también estuvo a punto de salir disparado pero su abdomen lo detuvo en el volante, ambos cayeron inconscientes, el chófer del tráiler no tuvo ninguna lesión grave, solo la inflamación de sus cervicales por el efecto latigazo.

El hombre de inmediato bajó de su monstruoso tráiler para ver al par de cuerpos destrozados e inconscientes, no tardo en llamar a una ambulancia y llegó pronto ya que estaban muy cerca de Londres.





Des despertó conectado a un montón de máquinas y varias partes de su cuerpo enyesadas, se alteró al quererse levantar y no poder moverse, tiro un grito de dolor que hizo que las enfermeras se alertaran y entrarán a la habitación para atenderlo, no pudieron aplicar ningún calmante hasta que un doctor revisara sus signos.

Llamaron al doctor Russell y este de inmediato se hizo presente, revisando los signos de su paciente, todo se veía normal, Des estaba muy adolorido pero estaba alerta y no paraba de preguntar por Anne, el joven médico hacía caso omiso a sus preguntas mientras realizaba su trabajo.

- ¿¡Dónde está Anne!? - Exigió por enésima vez y Russell habiendo terminado de examinarlo contestó.

- Ella está en terapia intensiva. - Dijo con tranquilidad y el pulso de Des empezó a dispararse en el monitor. - Estás muy herido, acabas pasar por una cirugía de trasplante de hígado muy delicada, debes tratar de mantenerte tranquilo para que no se presenten complicaciones en tu recuperación. - Russell utilizaba un tono de voz tranquilo pero claro, algunos dirían que frío.

- Quiero verla. - Demandó.

- Estas recuperándote, ahora no puedes salir de esta habitación. - Por alguna razón Russell sentía cierto rechazo al hombre en la cama, ilógico porque no le había hecho nada.

- ¡Quiero verl-a...! ¡Ah! - Un dolor intenso lo hizo quejarse y soltar un grito.

- Exacto. Sí quieres ver a tu esposa coopera en todas las indicaciones que se te den, así te recuperarás más pronto y la verás. - El doctor hizo unas anotaciones en el expediente de Des. - Te recete analgésicos, las enfermeras estarán al pendiente de tu recuperación. - El doctor hablaba sin dirigirle una mirada si quiera.

El arte de amarte - Larry Stylinson -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora