Manchester, Inglaterra.
Gemma era una mujer exitosa y respetada abogada, se había abierto camino por si sola en un mundo donde el tener un pedazo de carne colgando entre las piernas es requisito riguroso para que tu opinión sea válida, aun así, empezó como una asistente legal y ahora ha ascendido hasta abogada senior, durante su arduo camino se había topado con obstáculos grandes, el principal, ser subestimada por su género. Su jefe era un buen tipo, la respetaba y es por eso que con el tiempo la ascendió al puesto que tenía ahora y a pesar de todos los rumores sobre que lo había conseguido acostándose con el jefe de la firma, su trabajo hablo por ella, se ganó el respeto de todos ahí y también de colegas en otras firmas.
Ella vivía sola en un lujoso departamento, no tenía tiempo para enamorarse, así que ocasionalmente llevaba a alguien a casa para no sentirse tan sola, era de las primeras en llegar a la firma y de las ultimas en irse, amaba su trabajo, era su mayor pasión, cuando daban más de las nueve de la noche y ella seguía ahí en su enorme oficina, entre un montón de papeles, pero esta vez con un moño mal hecho en su cabeza, pies descalzos y una copa en su mano, justo en ese momento sonreía para sí misma, porque eso para ella era la felicidad.
Gemma estaba desesperada por localizar a Harry, le había enviado mensajes todo el día, le había llamado a su celular y a su casa, pero él no contestaba. Quería tener a su pequeño hermano rizado entre sus manos y estrellarlo contra la pared. ¿Por qué jodida razón no le contestaba?
En uno de sus últimos intentos por localizar al ojiverde, por fin lo logro.
- ¡Mierda! ¿Por qué jodida razón no contestas? ¡Llevo todo el maldito día tratando de localizarte! - Habló la chica con una preocupación que a Harry le pareció demasiado.
- ¿Qué paso Gemma? - Contesto Harry muy asustado, nunca le había escuchado ese tono de voz a su hermana.
- ¿Estás bien? - Dijo ella un poco más calmada.
- Mejor que tu aparentemente. - Harry tomo asiento en el sillón individual que se encontraba a lado de la pequeña mesa de bajo del teléfono.
- Harry estaba muy preocupada por ti, porque no me contestabas, te juro que estaba a punto de tomar el auto e ir a buscarte. - Contestó Gemma.
- ¿Cuál es el problema? - Dijo Harry sin entender la actitud de su hermana. - Antes no te había contestado mensajes o llamadas, pero nunca hiciste un drama. - Argumentó el ojiverde.
- ¡Porque ahora estas solo Harry! - Habló con desespero.
- ¡Se cuidarme solo Gemma! ¡No soy un jodido niño! - Habló molesto el rizado.
Lo que Harry no sabía es que Gemma lo conocía mejor de lo que él que conocía así mismo, por ser su hermana mayor vio las cosas de manera diferente a las que el ojiverde percibió, Gemma siempre vio las diferencias que Des hacía entre ellos, vio a su pequeño hermano apagarse de a poco frente a sus ojos y no pudo hacer nada para ayudarlo porque Harry era tremendamente terco y cerrado en cuanto a sus sentimientos, parecía la persona más feliz y positiva del mundo y talvez lo era, era una de las personas más fuertes que Gemma había conocido, el rizado no se rendía, bueno casi nunca lo hacía.
Su padre tenía un arma en casa, el arma estaba en una caja fuerte, la clave 03-12-90, no era difícil adivinarla, era su jodido cumpleaños; ella y Harry siempre habían sido unidos, no tanto como ella quisiera, pero en definitiva lo eran, ella había notado algo muy extraño en su pequeño hermano, así que pidió unos días de vacaciones y fue a verlo, nunca le dijo que la razón específica de su visita era él, eso lo asustaría demasiado y lo haría correr al extremo contrario de donde ella estuviera, donde ella no podría cuidarlo, el ojiverde sabía que había personas que lo amaban incondicionalmente como lo era Gemma y su madre, pero para Harry eso no era suficiente para abrirse, para ser transparente, siempre había una barrera grande y muy gruesa, pero al mismo tiempo era transparente para los ojos de quien realmente lo conocía, lo triste es que podías ver como se derrumba frente a ti y no poder hacer nada por él. Él no te dejaría.
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El arte de amarte - Larry Stylinson -
Fiksi Penggemar[TERMINADA] - [Sin editar] Ellos no tienen idea de como actuar cuando están juntos, después de haber compartido un momento especial cuando eran niños en una guerra de bandas y reencontrarse cinco años más tarde, la vida los pone a prueba para saber...