- Capítulo 11 -

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La luz entraba por una ventana lateral en la habitación de Harry, le daba directo en la cara, eso era nuevo porque casi siempre despertaba bocabajo o volteado al lado contrario, pero esta vez despertó con unos brazos rodeando su cintura y un pecho cálido tocando su espalda, podría escuchar la respiración de Louis en su nuca, no quería moverse para no despertarlo, el ojiverde se quedó ido viendo las partículas de polvo que se lograban ver en los rayos de luz que entraban por ventana, no tenía idea de que hora era, pero todo parecía muy tranquilo, no se escuchaba movimiento en la calle y solo ellos estaban en su casa así que solo escuchaba las lentas respiraciones de Louis.

Con mucho cuidado de no despertar al ojiazul se levantó para dirigirse al baño, lavo sus dientes y su cara, se puso una sudadera y bajo a la cocina.

Louis estaba en un bosque, caminado entre una espesa bruma y todo estaba oscuro, escucha los latidos de un corazón, se oyen lejos y él está muy inquieto, hacía frío y él estaba descalzo, caminaba siguiendo el sonido que cada vez se hacía más fuerte, parecía que se acercaba a donde provenían los latidos, empezó a correr porque un sentimiento de desesperación lo atrapó, cruzó arbustos y se araño con las ramas secas que parecen querer detenerlo, el sentía un miedo que nunca antes había experimentado, corría sin dejar que algo lo detuviera y justo cuando los latidos de escuchaban más fuerte, más cerca él se detuvo en medio de la espesa naturaleza, ya no escuchaba nada, se quedó quieto, solo escuchando su acelerada respiración, trató de poner la mayor atención para volver escuchar ese sonido que lo atrae como polilla a la luz. - Lou... - parecía reconocer la voz, pero no del todo. - ¡Lou! - ¿de dónde venía esa voz? - Lou -... Despertó.

- Lou... - Dijo preocupado el rizado. - ¿Estas bien? -

El castaño abrió sus ojos repentinamente y se sentó de una, estaba sudando y Harry estaba a un lado de él con cara preocupada.

- ¿Necesitas algo? ¿Tuviste un mal sueño? - El ojiverde estaba muy asustado, cuando bajo a preparar el desayuno el castaño estaba perfecto y ahora parecía en estado de shock.

- E-estoy bien, solo fue una pesadilla, creo. - Louis sentía mucho miedo, pero para él era un miedo irracional porque no había nada en su sueño que fuera causa de tremendo sentimiento.

- ¿Quieres hablar sobre tu sueño? - El rizado se sentó a su lado y le acerco el vaso de jugo que le llevaba para desayunar.

- N-no recuerdo cual fue el sueño. - Dijo algo inseguro y después bebió del jugo y por primera vez noto la bandeja con comida que descansaba sobre el buró. - ¿Hiciste el desayuno? - Hablo más tranquilo, sonriendo, pues le pareció sumamente tierno que el ojiverde le llevara el desayuno a la cama.

- Sí, bueno... - Harry rasco su nuca apenado. - No sabía que es lo que sueles desayunar así que traje un poco de todo.

Sobre la bandeja había tostadas, huevos fritos, salchichas, fruta, café y jugo. Louis sonrío amplio dejando ver esas lindas arruguitas en sus ojos que Harry adora, no dijo nada solo se sentó en la cama y tomo una tostada y café, después acerco la tostada al ojiverde para que este la mordiera, comieron todo lo que el rizado había preparado y después se volvieron a recostar, era sábado no tenían ninguna obligación.

Ambos estaban en su celular, perdiendo el tiempo viendo las redes sociales, Louis estaba girado hacía donde se encontraba y tenía sus piernas encogidas, Harry estaba bocarriba acurrado en el hueco del vientre de Louis, tenía sus piernas encima de las Louis y ninguno de los dos hablaba, solo compartían aquel espacio juntos, de vez en cuando se mostraban memes y uno que otro chisme.

El rizado se sentó de repente y Louis lo vio extrañado. - ¿Todo bien? - Dijo levantando una ceja, viendo al ojiverde con una cara de felicidad que parecía irradiar luz.

El arte de amarte - Larry Stylinson -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora