[Nota de la autora: Se recomienda buena conexión a Internet, debido a que este capítulo tiene contenido multimedia.
Debo admitir que fue muy difícil para mí escribir este capítulo, así que no sean timidxs al comentar, se aceptan opiniones constructivas]
Harry estaba de rodillas afuera de la habitación de Gemma, las lágrimas no dejaban de descender, sus mejillas empapadas, tiraba de su cabello con desesperación y gritaba llamando a su madre, Louis lo abrazaba hincado en el suelo con él, también lloraba, incluso el corazón de Russell se estrujo al escuchar los dolorosos gritos de Harry. Y es que él sentía que le habían arrancado un pedazo de sí, sentía como si alguien le hubiera sacado el corazón y lo hubiera destrozado frente a sus ojos, jamás en la vida había sentido tanto dolor como en ese momento, recordaba las últimas palabras que su mamá le dijo antes de irse a Manchester.
- ¿Harry? ¿Amor? - Hablo Anne casi en un susurro. - Cariño ya nos vamos. - La mujer soltó un suspiro cuando vio que el ojiverde no iba a ceder y seguiría fingiendo estar dormido, se acercó a él y dejo un beso en su sien. - Te amo hijo, nos vemos pronto. -
Harry estaba destruido, pero pudo notar como Gemma estaba parada en el umbral de su habitación sosteniéndose con una mano del tubo donde su suero colgaba con una intravenosa hasta su brazo y con la otra del marco de la puerta, Russell corrió a sostenerla al ver que también empezó a llorar desconsoladamente al comprender que pasaba, no hizo falta que alguien se lo dijera, su madre había muerto, su mejor amiga, su compañera de vida, su inspiración, ella llevo una mano a su pecho porque al igual que Harry sentía que le habían arrancado el corazón.
De inmediato el ojiverde se puso de pie para ir a ayudar a sostener a su hermana, ella lo tomo del rostro, se veían con los ojos desbordando lagrimas y ambos hermanos no tenían palabras de consuelo para él otro, su dolor no se podía medir, habían perdido a su madre, a la mujer que los había cuidado, amado y protegido todos los días de su vida, Harry no volvería a correr a sus brazos para encontrar consuelo como cuando era pequeño y le enseño que un abrazo curaba los corazones rotos y él en serio nunca en su vida necesito tanto los brazos de su madre como en ese momento.
Todos en el hospital le habían tomado cariño al chico, veían cómo iba y venía por todos lados cuidando de su familia, ni siquiera había dejado aquel lugar desde que puso un pie ahí, era imposible que algunas enfermeras no derramaran un par de lágrimas al escuchar a el par de hermanos destruidos, el dolor de aquellos jóvenes se sentía en el aire.
Harry y Gemma se abrazaron y lloraron desconsoladamente por un par de minutos antes de que la chica empezara a marearse, era mucho esfuerzo para ella, el ojiverde y Russell de inmediato la llevaron hasta la cama para que pudiera recostarse y descansar, pero ella se negaba, ya que lo único que quería, era ver a su madre, Harry no se sentía listo para verla pero tendría que hacerlo, pidieron una silla de ruedas para mover a Gemma hasta la habitación de Anne, con la condición de que Russell se quedara con ella todo el tiempo por si se sentía mal.
En un par de minutos más, los hermanos junto con Louis y Russell ya se dirigían a la habitación de Anne.
Cuando Gemma entro a la habitación sintió un silencio ensordecedor, era casi demencial, el lugar tenía una energía de irrealidad, como sí todo ahí fuera una ilusión, como si fuera un sueño, solo una broma, no podía percibir nada más allá del cuerpo de su madre, su piel blanca, sus ojos cerrados y su cuerpo maltratado, después de un momento el único ruido perceptible era de las máquinas de soporte vital al que la mujer estaba conectada.
- ¡Las maquinas aun marcan signos! - Dijo Gemma alterada.
- Ella tiene muerte cerebral, Gem, ya no está aquí, no hay nada que hacer. - Le contestó suave el doctor.
ESTÁS LEYENDO
El arte de amarte - Larry Stylinson -
Fanfiction[TERMINADA] - [Sin editar] Ellos no tienen idea de como actuar cuando están juntos, después de haber compartido un momento especial cuando eran niños en una guerra de bandas y reencontrarse cinco años más tarde, la vida los pone a prueba para saber...