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– Esto es hermoso amor – no podía dejar de maravillarme con los bellos paisajes que veíamos en este lugar. Desde muy temprano salimos a caminar, por el simple hecho de disfrutar el último día que nos quedaba. Cerré mis ojos en cuanto el aire fresco chocó en mi rostro. Randall me guió hasta un pequeño lago, éramos solo nosotros dos y eso era fascinante. – ¿Te dijeron también de este lugar? – lo miré curiosa.

– No, este lugar yo lo investigué– sonrió orgulloso – la vez pasada tuvimos un mal momento en un lago – sentí un escalofrío al recordarlo, pude haber muerto sinceramente. – quise venir aquí contigo para tener buenos recuerdos.

– El lago se ve hermoso – sonreí.

– ¿Quieres meterte? – dejo su mochila cerca de la orilla, lo miré algo insegura, pues nunca había nadado en un lago y mi accidente no cuenta como tal.

– No se si sea buena idea amor– murmure, pero aun así me acerqué a él.

– No tengas miedo ¿Ok? – comenzó a quitarse su playera, dejé mi mochila a lado de la suya. Tomé asiento por un momento, Randall me miro confundido. – ¿Qué pasa? ¿No te meterás conmigo?

– Aun es muy temprano amor, ni siquiera hay tanto sol, mejor ven aquí a mi lado y en un rato nos metemos ¿Vale? – sonreí.

– Vale – lo único que se quito fue su playera y no me molesté en lo absoluto, se que mi hombre tiene un cuerpo espectacular. – ¿Sabes que te amo mucho? – recargué mi cabeza en su hombro, fue inevitable no sonreír como una tonta enamorada.

– Lo sé, mi amor y yo te amo mucho más – ahora le toco a el recargar su cabeza sobre la mía. – Estoy muy emocionada por la boda. – miré mi anillo – quiero que sea pronto.

– ¿Qué tan pronto? Porque si por mi fuera nos casaríamos hoy – reí ante su comentario.

– Eso es muy pronto – arrugue la nariz – me refiero a que...no lo sé, puede que en un par de meses. – comencé a tocar su brazo con mis dedos, daba suaves caricias en él. – Lo que mas quiero es ser tu esposa.

– Joder, te juro que me quiero tatuar esas palabras. – reí, aunque las mariposas en mi estomago revolotearon masivamente. – Que te parece si cuando lleguemos a Nueva Jersey hacemos una especie de cena o comida para decir la noticia. ¿Te agrada la idea?

– ¿No crees que Dallas y Wendy harán lo mismo? – me separé un poco de él. – Lo que podemos hacer es una comida y que nosotros cuatro demos nuestras respectivas noticias.

– Se lo comentare a Dallas, espero que no les haya dicho nada a los demás – reímos.

– No creo, conociendo a mi querida amiga estoy segura de que también querrán hacer algo así. – me miro. Fue inevitable no quedarnos así por unos segundos, hasta que caí en cuenta de algo. – Por cierto, nunca hablamos de cómo te sentiste cuando te dieron la noticia – murmure.

– Sinceramente me sentí mal por sentir una pizca de celos ¿Sabes?– recargo sus codos en sus rodillas mientras yo prestaba atención – Me sentí un mal amigo, tanto que odié tener esas sensaciones tan egoístas.

– Lo entiendo – besé su hombro– yo me sentí de la misma forma. – me miro algo alucinado, no se esperaba mi confesión – Solo quiero que ese deseo sea contigo.. – recalque la ultima palabra. – ..no me interesa compartir ese momento con nadie más.

– Digo lo mismo – murmuro – pero ahora soy completamente feliz al saber que si lograremos formar una familia con mini Randalls y mini Chelseas – reímos.

VUELVE A MI: Siempre regresaré a ti. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora