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(Randall)

Había cometido una locura, estaba perdiendo la cabeza. ¿Que quieren que les diga? No he podido dormir, no he podido tener pensamientos claros para el siguiente movimiento que haré. La desesperación me invadía, tenía que saber en donde se encontraba mi Chelsea, pero a la vez no quería hacer nada. La culpa me invadía, me daba asco, me daba rabia ¿Como fue posible que yo hiciera algo así?

Mis oídos me molestaban al escuchar las voces de mis amigos. Si, sé que estoy siendo exagerado, pero solo quiero estar solo y ahogarme en mis penas. Tampoco ayudaba mucho el tener a Eddy aquí, hablando con Billy o más bien susurrándose no sé qué cosas. Lo único que quería era salir a las calles y buscarla, a pesar de que tenga culpa, pero independientemente de todo, me preocupa que ella este sola por Canadá. No conocemos muy bien estos lugares, no quiero que le pase nada.

No me lo perdonaría.

– ¿Qué pasa? – la miré cuando se sentó a mi lado. No quería ser grosero con ninguno de mis amigos, pero a la vez no sabía cómo decirles que me dejaran en paz.

– Nada – me limité a contestar.

– Se que...

– No, Raquel – la detuve – estoy muy agradecido por todo el apoyo que me estás dando, tanto tú como los demás, pero no quiero hablar con nadie. – me levanté. – Me tengo que ir – informe a todos.

– ¿A dónde vas? – preguntó Dallas.

– Iré a mi departamento – murmure – quiero estar solo y espero que lo entiendan.

– Randall no...no...– me miró con tristeza acercándose a mi para tomar mi brazo – no queremos que te sientas de esta forma, me duele verte así.

– Joder Raquel...

– Amor, quiere estar solo y hay que respetarlo ¿Ok? – se acercó a ella y eso yo lo agradecí. – pero eso no quiere decir que no tendremos los ojos en ti.

– Solo es por precaución – dijo Dallas – no queremos que cometas una locura, no otra.

– No cometeré otra locura – esperaba escucharme convencido – se los prometo, pero por ahora hasta el sonido de sus voces me molesta.

– Qué lindo eres – se burló Wendy.

– No lo digo de mala forma, ustedes me entienden – suspiré frustrado.

– Lo sabemos, pero tampoco queremos que te cierres con nosotros ¿Ok? – me advirtió Raquel.

– Lo se y no lo haré. – aseguré.

– Después iré contigo – se acercó Dallas – tendremos algún plan para encontrarla, ya lo veras.

– Es lo que más deseo – añadí frustrado – no quiero que le pase nada.

– Ella es muy inteligente, no le pasará nada y tu debes de estar tranquilo con eso, por lo mientras no hagas estupideces.

Asentí no dándole importancia, me despedí de todos y salí del departamento de Dallas. Mis oídos descansaron, de un momento a otro la paz regreso a mí, el silencio invadió por completo. Miré el pasillo por donde Chels se fue, tanto que aun podía ver su silueta como si estuviera alucinando. Soy un imbécil, le falle, la traicione, siempre dije que la cuidaría con mi maldita vida y ahora, la perdí por mis impulsos idiotas.

VUELVE A MI: Siempre regresaré a ti. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora