VUELVE A MI: Siempre regresaré a ti. (Terminada)

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(Chelsea)

– Aquí tienes tu delicioso desayuno, hecho por este guapo chef – reí mientras Randall dejaba una charola sobre la cama.

– Me encanta cariño, muchas gracias – le sonreí.

– ¿Estás bien? – se sentó a mi lado, mientras yo bebía mi jugo. Luego de regresar del hospital quise recostarme y claro, desayunar como se debe. Respecto a lo primero, me informaron que no tengo nada grave, confirmando una vez más que el pejelagarto también es exagerado.

– Si, me siento mucho mejor – beso mi mejilla.

– Eso me alegra muchísimo pulga, aunque estas desayunando algo tarde – me regaño, si, era casi medio día.

– Eso no importa cariño, lo importante es que ahora mismo estoy comiendo – sonreí, para que no se preocupara mas de lo que esta.

– Por cierto – se levantó de la cama – Dallas me envió mensaje diciendo que habrá una salida de "chicos".

– Ay no – murmure – ¿No crees que es mala idea? – pregunté algo asustada.

– Creo que nos vendría bien, no quiero estar peleando con Billy – tenía razón.

– ¿Y si va Eddy? – hice una mueca. – Está muy bien qué quieras salir con los chicos, pero el...

– Puede que vaya, pero lo dudo mucho – comenzó a revisar su armario – no creo que le agrade verme y sobre todo, no creo que Dallas o Billy quieran que haya mas problemas.

– Tienes razón, pues diviértete, cariño – sonreí – lo necesitas y vaya que les urge un día de hombres.

– Aunque no será lo mismo sin León, Corey, Allen, Brandon y Brent – rio.

– Ya habrá tiempo para que todos juntos hagan sus tonterías – reí, el me miro mal. – ¿Qué? Sabes que es cierto pejelagarto ¿Acaso no recuerdas cuando estábamos en Bali y casi tiran una escultura en uno de los templos por hacer sus bobadas? O la vez cuando...

– Si, esta bien, nosotros hacemos muchas tonterías juntos ¿Ok? – solté una carcajada – Que graciosa eres pulga – se acercó a hacerme cosquillas, pero lo detuve de inmediato – me iré a bañar – me dio un pico y entro al baño.

– Veamos – tomé el control de la TV, antes de que pudiera prenderla el sonido de mi celular me asusto, era el número de mi madre, sin dudarlo contesté – Hola mamá. – me levanté de la cama para irme a la cocina.

– Hola, cariño ¿Cómo estás?

– Muy bien – y era cierto, a pesar de los accidentes que ocurrieron ayer, ya me sentía mucho mejor – ¿Y tú?

– También bien – sonreí – te llamo por algo super importante.

– ¿Qué cosa? – me senté en el pequeño sofá – ¿Le paso algo a mis hermanitos?

– No para nada, es el tema de Harold hija – suspiré. – Otra vez llegó a la casa a querer hablar contigo o que al menos te comuniques con él.

– Joder ¿Es que no entiende que no quiero hablar con él? – añadí frustrada.

– Lo se hija, pero yo creo que si deberías de hablarle.

– ¿En serio madre? – pregunté confundida – ¿Qué tal si es una estupidez y vuelve con sus comentarios sin sentido?

– Hija, Harold se ve bastante alterado cuando viene ¿Qué tal si sabe algo importante? – me quedé pensando – Si el quiere hacerte daño ya lo hubiera hecho desde hace tiempo.