Namjoon, junto al equipo de seguridad del que estaba acargo, permanecía fuera del edificio gubernamental donde se llevaría a cabo la reunión entre los ministros, su tarjeta de acceso había desaparecido de la oficina del supervisor de la academia el día anterior y ahora debía de cuidar la entrada como reprimenda por no haberla cuidado lo suficiente.
La noche anterior había tenido una pequeña reunión con Kwan y miembros del departamento de inteligencia para mantener bajo vigilancia la tarjeta y a Hoseok, claro. El alfa había irrumpido a la academia aprovechándose de que Yoongi se encontraba allí, demasiado dolido por su fallido matrimonio como para ir detrás de él a capturarlo, y de alguna forma Namjoon había logrado entender porque Kwan le tenía tanto resentimiento a Jung.
—Buenos días. —le saludo un chico bastante alegre que llamó su atención por el increíble parecido que tenía con el joven que había visto rondando la academia el día anterior.
Su cerebro intentaba relacionar a ambos chicos en uno sólo, pero en ese momento comenzaron a llegar vehículos de la policía que escoltaban al Primer Ministro de Japón para asegurar su seguridad desde el primer momento en que puso un pie en territorio surcoreano, su mente le dijo que el chico de suave y agradable aroma floral no podría representar un gran peligro ya que, sólo se trataba de un inofensivo omega. Se acercó a uno de los vehículos luego de pedirle a los demás agentes que se mantuvieran alerta en todo momento, ya que los reporteros que estaban presentes estaban ansiosos por obtener las mejores fotos y encabezados para los medios donde trabajaban.
—Primer Ministro Yoshida, bienvenido. —dijo Namjoon abriendo la puerta del vehículo. —Por favor, siga al agente Min.
El hombre de traje azúl marino asintió con un semblante serio mientras comenzaba a caminar detrás de Yoongi como se le había pedido. El agente abrió las puertas del edificio con mucho cuidado permitiéndole la entrada al Ministro y a su equipo con el que viajaba, mientras se aseguraba de que el camino hacía la sala de reuniones donde los esperaban fuera lo más seguro posible, un aroma bastante conocido acarició ligeramente su olfato poniéndolo alerta.
Al llegar abrió las puertas de la sala de reuniones donde fueron bien recibidos por las luces de las cámaras que usaban los pocos reporteros que lograron obtener acceso a la reunión. Cuando el ministro estuvo a salvo dentro de la sala, se quedó a la par de la puerta junto a otro agente de seguridad que no había visto el día anterior durante el entrenamiento, se acercó ligeramente a él queriendo creer que el aroma fuerte y profundo que desprendía fuera solo cosa de su mente y que no se tratara de quien creía que era, pero la forma desenfrenada en que su corazón latía era algo que no podía evitar cuando estaba junto a su alfa.
—Hoseok, ¿Qué rayos haces aquí? —murmuró entre dientes. —Esa peluca te queda horrible.
El alfa se giró hacía él omega y acomodó algunos mechones del cabello falso que le cubrían la mirada ante las cámaras de seguridad. Dio unas miradas rápidas hacía los pasillos para asegurarse de que no hubiera tantos guardias cerca.
ESTÁS LEYENDO
❝𝚃𝚑𝚎 𝙿𝚘𝚕𝚒𝚌𝚎𝚖𝚊𝚗 & 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕❞ ➻ 𝙷𝚘𝚙𝚎𝚐𝚊
Fanfiction❝𝑳𝒐𝒔 𝒂𝒍𝒇𝒂𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏 𝒆𝒏 𝒔𝒖 𝒈𝒆𝒏𝒆́𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒆𝒍 𝒍𝒊𝒅𝒆𝒓𝒂𝒛𝒈𝒐, 𝒍𝒂 𝒇𝒂𝒄𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒈𝒖𝒊𝒂𝒓 𝒚 𝒄𝒖𝒊𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒈𝒓𝒖𝒑𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒅𝒆𝒏 𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒈𝒐. 𝑳𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒏𝒅𝒂𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒑𝒐�...