Las cosas dentro de la prisión eran más difíciles de lo que pensaba Hoseok, desde que entró al lugar sabía que, a diferencia de su padre, él no gozaría de ningún beneficio, tales como una una buena celda parecida a una habitación común, visitas cuando quisiera, buena comida y servicios. No, él tendría que cuidar sus espaldas a cada segundo, de no hacerlo podría ser presa de otros prisioneros.
—Vaya, vaya. —canturreó un prisionero. —Que sorpresa verte por aquí, Hoseok.
—¿Que quieres Mark? —preguntó Hoseok mientras jugaba con una pelusa que había encontrado sobre la mesa.
—Solo quería saludar. —rió. —¿Por qué no estás en la misma celda que tú padre?
—No estoy interesado en eso. —respondió a la ligera. —Además de que esos beneficios son gracias a los impuestos robados, y no quiero seguir en eso.
—Ya veo, ¿Cuantó tiempo estarás aquí? —preguntó Lee sentándose a un lado de Jung.
—Cinco años, ¿Qué hay se ti?
—Salgo por la mañana, tuve buen comportamiento y eso redujo mi condena de cuatro años a uno y medio. —contestó tranquilo.
Mark observaba en silencio como Hoseok movía de un lado a otro esa pelusa, sin embargo, también notó cuando otro prisionero se acercó hasta ellos mientras hacía tronar los huesos de sus nudillos.
—Cuidado. —susurró palmeando el hombro de Hoseok.
Un estruendoso golpe captó la atención de todos dentro de aquella sección, pero no fue lo suficientemente fuerte como para alertar a los guardias.
El tipo que se había acercado a Hoseok primero estampó su rostro contra mesa de acero y luego lo tomó por el cuello de la camisa elevándolo un poco, lo suficiente como para hacerlo a él y así poder olfateralo.
—Un olor dulce esta entrelazado con el tuyo. —dijo para luego soltar una carcajada. —¿Qué pensaría tú omega si se entera de que te voy a convertir en delta?
Hoseok tosió un poco ante la sensación sofocante que le provocaba estar de puntillas gracias a que aún era levantado por el cuello de su camiseta. Colocó sus manos sobre los brazos del contrario e intentó alejarlo.
Mark se alejó poco a poco intentado llegar al botón de emergencia, pero al estar ahí se dio cuenta de que había un beta cubriéndolo. Y eso ni siquiera le sorprendido, siempre pasaba lo mismo cuando alguien estaba por pelear o abusar de otro.
—Ni siquiera sabes quien es. —respondió Hoseok aún intentado alejar las manos del otro alfa.
—Todos aquí sabemos quien ese pequeño omega. —respondió el contrario apretando más a Hoseok. —Dejame recordar —hizo una pausa para luego sonreír. —, la zorra de Kim Taehyung, él omega a quien le diste el empleo solo por un acoston.
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❝𝚃𝚑𝚎 𝙿𝚘𝚕𝚒𝚌𝚎𝚖𝚊𝚗 & 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕❞ ➻ 𝙷𝚘𝚙𝚎𝚐𝚊
Fanfic❝𝑳𝒐𝒔 𝒂𝒍𝒇𝒂𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏 𝒆𝒏 𝒔𝒖 𝒈𝒆𝒏𝒆́𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒆𝒍 𝒍𝒊𝒅𝒆𝒓𝒂𝒛𝒈𝒐, 𝒍𝒂 𝒇𝒂𝒄𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒈𝒖𝒊𝒂𝒓 𝒚 𝒄𝒖𝒊𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒈𝒓𝒖𝒑𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒅𝒆𝒏 𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒈𝒐. 𝑳𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒏𝒅𝒂𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒑𝒐�...