Cuando me di cuenta no había nadie a mi lado, todos se habían dividido una vez que entramos. Sin saber qué hacer realmente, me dirigí a un sofá que estaba cerca de mí, llevándome la sorpresa de que David se encontraba ahí también.
—Eh... Hola —Me senté a su lado.
—Dallas.
—¿Qué haces aquí sentado? ¡Es una fiesta! —dije tratando de sonar animado.
—Odio las fiestas —dijo, y pude sentir el disgusto en sus palabras. Dejé escapar un sonido burlón.
—¿Entonces qué haces aquí?
El pelinegro soltó un sonido similar un quejido y luego me miró.
—Digamos que vine en contra de mi voluntad.
—A mí tampoco me gustan pero pensé en que no he experimentado todavía lo que un adolescente normal hace.
—¿Te refieres a tomar alcohol e ir a fiestas?
Asentí, y cuando me di cuenta que David no es del tipo hablador y que si no le decía nada él no me contestaría, decidí seguir con la conversación.
—Tengo curiosidad sobre algo.
—¿Sobre qué? —Me miró atentamente.
—Bueno, tu hermano está ahí hablando con una chica —Lo señalé—. Y tú...
—¿Y? —Enarcó una ceja—. ¿Crees que debería estar haciendo lo mismo?
—¿Uh? No, yo sólo... Sus personalidades son muy diferentes.
—¿Te sorprende?
—De hecho pienso que es genial que cada quien tenga una personalidad muy marcada.
—Bueno, aunque somos gemelos tenemos gustos diferentes.
David
Y ahí estaba yo, sentado en medio de Dallas y Carrie mientras tenían una conversación de la que no tenía ningún interés de escuchar. La fiesta era justo del modo en que me la había imaginado, por todas partes adolescentes ebrios bailando canciones en su mayoría machistas y sexistas, con sus cuerpos sudados demasiado cerca para mi gusto.
—Hola —Saludó el dueño de la casa, quien había aparecido de la nada.
—Hola —Contestó Carrie. Dallas y yo sólo lo observamos.
—Desde que dejaste de salir con Douglas ya no me saludas en la escuela.
—No estoy aquí por ustedes.
—¿Entonces por q--? —Dejó las palabras al aire cuando volteó a ver a la persona a mi lado, en ese momento entendí a qué se refería. Dallas Johnson. No sé qué le vio Carrie. ¿Su personalidad? ¿Su aspecto? Hice una comparación mental entre Dallas y Douglas y no llegué a nada en común, en mis ojos los dos son completamente diferentes—. Ah.
—¿No tienes algo qué hacer, Dylan? ¿No te está buscando tu novia Melanie?
—Muy graciosa —Sonrió forzado—. Sólo quería saber por qué están aquí sentados, deberían disfrutar la fiesta.
—La estamos disfrutando, no te preocupes.
—Toma —Ofreció la botella a Johnson.
—¿Para qué me das esto? —Lo miró confundido.
—Es un regalo, y es para que la pases mejor.
—¿Gracias?
—Qué considerado de tu parte —dijo sarcástica mi prima—. Pero Dallas no tiene cara de que haya probado una sola gota de alcohol en su vida.
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A MESS [EDITANDO]
Romance«Mi nombre es Dallas Johnson, tengo 17 años y de alguna forma me he enamorado de un compañero de clase y del club de baloncesto: Dylan Monroe. Las cosas no son muy fáciles por dos sencillas razones. La primera sería que somos hombres. Y la segunda e...