Edson
Caminaba ausentemente por los pasillos de la entrada cuando me percaté que David se encontraba a pocos metros de mí. Mismo rostro, diferente actitud. Como si cada minuto que pasara en la escuela le causara algún tipo de dolor físico, el mencionado se dirigía rápidamente hacia Scott, que estaba más adelante de él.
—David —dije, alcanzándole. La primera vez que lo llamé me ignoró, así que golpeé su hombro con el mío, rompiendo su equilibrio.
—¿Qué quieres? —espetó.
—No me dijiste por qué te llamó el director.
—No es importante.
—Sí, claro. De seguro se pusieron a tomar té tranquilamente.
—¿Estás siendo sarcástico? Qué desagradable de tu parte.
—Sólo dime y ya, dejaré de fastidiar.
Viró los ojos.
—Tengo que ir al salón de psicología los lunes y viernes porque el profesor de inglés será mi tutor.
—¿El hermano de Blake?
—¿A quién le importa hermano de quién es?
Es una referencia.
—¿Por qué él será tu tutor? —pregunté confundido.
—¿Por quiénes crees?
—¿Mamá y papá? —respondí dudoso.
—¡Ding ding! Acertaste.
—Entonces... ¿No deberías ir hoy?
—No quiero.
—¿Por qué?
—Sólo no quiero —Apresuró el paso—. Ya respondí tu pregunta, ahora desaparece.
—Deberías ir, nuestros padres lo pidieron por tu bien.
—Ed —Resopló, agarrándose el puente de la nariz—. Si tanto quieres que vaya, ¿por qué no vas tú?
—¿Qué? —Vacilé, deteniéndome en mi lugar—. ¿Quieres que yo qué?
—Me voy a casa de Scott, bye.
Su amigo escuchó su nombre y nos echó un vistazo, despidiéndose con la mano cuando entendió que nos separábamos.
Bueno, no tenía planeado ir al salón de psicología un lunes fingiendo ser David. Por otra parte, tal vez sea divertido...
Sonreí.
Resignado, me subí las mangas del uniforme hasta los codos y me desabotoné el suéter, dejando que un lado de éste cayera dramáticamente debajo de mi hombro. Viendo mi reflejo en la pantalla de mi celular decidí despeinar un poco mi cabello para parecerme más a él. Somos gemelos, no es como si alguien realmente prestara atención a los detalles.
Veamos, ¿cómo debo actuar? David es... Un idiota. Un idiota sarcástico. Sí, sólo tengo que ser sarcástico y mirar con cara de odio a todos. No es tan difícil, ¿o sí?
Por la ventana abierta pude observar al profesor Maro Stone, con una mirada serena mientras escribía algo en su agenda, probablemente con una letra perfecta. Lo admiré desde donde me encontraba, quien a pesar de ser joven para ser profesor, es muy serio y dedicado a su trabajo.
Abrí la puerta. Mis manos sudaban un poco, pero me sentía emocionado. Jamás había fingido ser él, pero si hubiera sabido que sería así de divertido lo hubiera hecho desde antes. Tal vez considere intentarlo de nuevo.
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A MESS [EDITANDO]
Romansa«Mi nombre es Dallas Johnson, tengo 17 años y de alguna forma me he enamorado de un compañero de clase y del club de baloncesto: Dylan Monroe. Las cosas no son muy fáciles por dos sencillas razones. La primera sería que somos hombres. Y la segunda e...