¿Amigos?

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*Dallas*

Esto es muy extraño... Dylan está abrazándome. Puedo sentir su calor a pesar del frío que tengo por la helada agua de lluvia que cae sobre nosotros.

Por una extraña razón estoy tenso y mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal.

Me pregunto por cuánto tiempo más me mentiré a mí mismo. Digo, "¿extraña razón?" Por favor, Dallas, no seas ingenuo.

-En serio, suéltame, es extraño.-Tuve que decirle, no quería que sintiera los rápidos latidos de mi corazón y pensara que soy raro.

-Un poco más.

Pero al parecer él quería seguir así... No tenía elección.

Apoyé mi frente en su hombro y cerré los ojos.

No entiendo el por qué se siente tan bien estar así. El enojo que traía ha desaparecido por completo.

De un momento a otro empecé a reaccionar.

¿No es raro ver a dos hombres sentados y abrazados en la acera bajo la lluvia?

¿No es raro sentir tu corazón latir a mil por hora cuando alguien te abraza?

¿No es raro sentir eso cuando ese alguien es un hombre?

Sentí mis mejillas arder y me aparté pesadamente de Dylan. Sí, pesadamente porque quería seguir así, pero no es correcto.

-¿Qué pasa?- Me preguntó el rubio.

-N-nada.

Se me quedó mirando unos segundos. Desvié la mirada.

-Dallas...

Probablemente si estuviera tomando alguna bebida ahora mismo, la hubiera escupido. Escuchar mi nombre ser pronunciado por su voz grave me revoloteó los pensamientos.

Él seguía mirándome, como esperando a que yo lo alentara a continuar.

Después de pensar mucho lo que diría, alcancé a preguntar algo audible:

-¿S-sí?

¡Diablos! ¿Qué rayos me pasa?

-Dallas... siento que te debo una disculpa.

-¿Eh? Ya te has disculpado.

-Es... Sobre otra cosa.

-¿Sobre qué?- Pregunté intrigado.

-Verás, tienes razón con eso de que no soy muy bueno haciendo amigos de verdad, y creo que he encontrado a una buena persona.- Sonrió.

Levanté una ceja.

-Te refieres a...

-Puedo saberlo con sólo verte a los ojos.- Volvió a sonreír.

Dios, mi corazón no da para más.

-¿G-gracias?

Soltó una risita.

-Dallas, ¿los amigos son sinceros entre ellos?

-Sí...

-Bien, entonces seré sincero.

-¿Vale?

-Debo admitirte que en un principio no eras mi persona favorita –sonrió mirando hacia el suelo-, no me caías tan bien porque no te conocía... -hizo una pausa- No, la verdad es que nunca quise conocerte. Y también debo decirte que antes de que te ofrecieras a ayudarme, yo ya tenía planeado muchas cosas... Como lo de la fiesta en mi casa...

A MESS [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora