58: Corazón delator

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[Al día siguiente]

La cena de ensayo fue muy bien, con ciertas impases [que quedaron en capítulos que no se van a publicar]. Ya había pasado la ceremonia de bodas y todos los invitados saludaban a los novios, a Shoyo y a Tobio por su aniversario de bodas del día anterior (aunque en realidad era el aniversario de la ceremonia porque el del registro Civil fue meses antes)

-¿Dónde está Mei?- preguntó Tobio con un poco de molestia. Mei era su hija menor omega, de 16 años, parecida físicamente a Shoyo, piel blanca, el color de su cabello anaranjado oscuro, una sonrisa amplia y sincera, los rasgos de sus ojos y sus mejillas de su padre omega, a excepción del color de su mirada, un azul intenso igual que el alfa, más alta del promedio de sus compañeros. Ingenua por naturaleza, de carácter suave y alegre. Practica el volley más por afición que por una carrera, se divierte en su posición de bloqueadora, tiene ese olfato de saber donde va el balón, pero prefiere no optar por rutinas tan desgastantes como las de su hermano Akiro.

Shoyo lo miró de reojo y sonriendo entre dientes le dijo -No comiences una escena, ella está bien,  sabes que Hiroshi la cuida mejor que tú.

Hiroshi Kuroo, hijo adoptivo de Tetsuro y Kenma. Después de 2 años de insistencia y de hacer mérito tras mérito, Kozume le dio luz verde a la entrada en su vida de su amigo de la infancia. En un principio, no tenían planeado adoptar, ellos pensaban que iban a ser los dos por el resto del tiempo, pero luego de varias charlas y de quedar en acuerdos decidieron hacerlo.

 Cuando lo vieron, sabían que era él, en ese momento Hiroshi tenía 7 años, físicamente no se parecía a ellos, si bien era alto, tenía el cabello color castaño con ojos verdes, pero la forma de ser robó el corazón de sus futuros padres: de carácter sosegado y reservado como Kenma, pero despierto y perpicaz como Kuroo, poseía esa gentileza y delicadeza por los demás que lo hacían un ángel en la tierra. Ahora un alfa de 21 años, amante de la literatura política y terminando la carrera de servicio social se encontraba como adorador y cuidador de Mei. Debido a la cercanía de las familias era inevitable que fueran creciendo juntos y que muchas veces él la tratara como una hermana menor y ella siempre fue apegada a él desde que era pequeña, lo veía como su referente de vida, como su hermano, su confidente, su mejor amigo, su amor platónico.

Kageyama vio a su esposo de reojo y le reclamó -Recuérdame porqué estoy permitiendo de que esos estén juntos- la verdad es que esos dos mantenían la relación de amor platónico sin dar un paso a más, él era feliz con tenerla a su lado, sabía que esa adolescente era su pareja destinada, pero también quería que ella viviera su vida, que decidiera, pues le faltaban muchos años por crecer, así que siempre le dijo que cuando llegue el momento estarían juntos, por ahora se dedicaría a cuidarla.

Hinata sonrió resignado -Deja ese plan ridículo de padre celoso, no podríamos tener una mejor pareja para nuestra hija

-¡Aaa, no digas ese palabra!- se tapó lo oídos

-¿Pareja? -dijo irónico el omega

-¡Qué no lo digas! Es muy pequeña para eso- se quejo el ahora entrenador de la selección juvenil japonesa de volley. Después de su carrera como atleta y de su retiro en el volley fue convocado a ser parte del equipo directivo.

Su esposo se rio de esa actitud -Basta de esa tontería, si te tranquiliza en algo, ve a la terraza, ahí los verás, pero no hagas una escena- Tobio no esperó más y se fue a la terraza.

¿Puedo quedarme contigo? [Haikyuu omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora