36. Cuando la tormenta se avecina

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Era Otoño, las clases iniciaron y con ellas, los entrenamientos, los exámenes y los deberes. Nuevamente, el café- florería comenzó a tener la misma frecuencia de clientes. Yaku decidió quedarse en la época de vacaciones atendiendo el lugar para poder costear los gastos de estudios y ahorrar cierto dinero. Al contrario de Ennoshita, el líbero venía de una família donde su padre falleció cuando era un adolescente y vivía solo con la madre y una lista de deudas adquiridas por la enfermedad que le quitó a su padre.

La austeridad de vida y las necesidades en casa hicieron que tocara tierra y dejara las cosas propias de su edad para asumir responsabilidades. Lo único que no dejó de lado, fue su sueño de ser líbero, estaba seguro que su carrera era por ahí, así que con la ayuda de su madre que nunca le permitió rendirse en su vida pudo emprender sus sueños. Gracias por su excelencia académica pudo dar un examen extraordinario que le permitió conseguir una beca. Tal vez por todo lo que tuvo que pasar, era una persona escéptica de la felicidad, del amor. Solo una vez se enamoró perdidamente y no llegó a formar el lazo, solo porque el alfa con quién salía cortó esa relación.

-Entonces ¿qué dices lindo? Tú y yo esta noche... podemos ir al bar que está al frente de la universidad, ahora que ya empezaron las clases queda abierto toda la noche y... después vemos qué pasa- acercándose al oído le dijo- cerca de ahí está mi departamento

El omega lo miró con deseo, hace un buen tiempo que no tenía un poco de acción, así que no le vendría nada mal una noche de placer, además su celo estaba cerca, momento oportuno para disfrutar, pero en ese momento sin saber la razón, en su mente apareció el rostro de Lev sonriente diciéndole "Yaku-san", eso le quitó todas las ganas. Movió la cabeza como negando /¿Qué rayos me pasa?/ Volvió a mirar al alfa y sonriendo tierna, pero falsamente le dijo- Mmm... creo que no... no estoy de humor, pero gracias por comprar en nuestra florería- El líbero estaba por volver al mostrador, pero ese chico lo detuvo.

-Espera... te vas así, ¿qué pasa? Yo pensé que las cosas fluían bien entre nosotros. Vamos, vi cómo me mirabas- lo tomó por la cintura y como invadiendo su espacio personal le dijo- Esta es la tercera vez que nos vemos y creo que buscas lo mismo que yo...-acercándose a su cuello, le susurró- te haré sentir muy bien, no me puedes decir que no ahora.

Morisuke le llegó altamente esas palabras, en especial las últimas /Yo puedo decir que no cuando quiero, idiota/ Estaba a punto de ejercer la fuerza con ese hombre, pero no fue necesario. Vio como una mano grande lo jaló obligándole a retroceder, casi se cae de la fuerza ejercida /Que rayos/

Era Haiba que acababa de llegar y al ver la situación, hizo lo primero que se le vino a la mente.

-¡¿Quién mierda te crees, mocoso?!- le dijo el pretendiente del omega. Se notaba que era mayor, tal vez de último año de la carrera o egresado, igual de alto que Lev- ¿Quién eres para meterte ah?- y empezó a darle de empujones al menor.

-Vine a salvar a Yaku-san. Aléjese de él, él es mi precioso prometido- respondió el chico de ojos verdes

Yaku rodó los ojos /Agg... Lev.. tú también la cagas/

-¿Ah? ¿Tienes novio?- lo miró extrañado- ¿Con este mocoso?- empezó a burlarse del peligris

-¡Basta, los dos! No, no tengo novio y mucho menos prometido. Ahora lárgate que ya te dije que no y NO es NO- lo miró intimidante, el look de omega suave fue borrado completamente. Botó al susodicho, sopló cansado y volvió a ver con una mirada matadora al alfa que se quedó sentado como niño regañado.

¿Puedo quedarme contigo? [Haikyuu omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora