3. ¿Todavía hay más que confesar?

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-No puedo jugar contigo más. No tienes talento para el volley. Es mejor que dejes el equipo.

-Pero, pero... Yo sé que no tengo técnica, pero quiero dar todo de mí. Lo lograré, ya verás.

-No es solo tu juego, tu presencia me fastidia. El solo hecho que estés acá me hace ver que nunca podremos ser compañeros de equipo, mucho menos amigos.

-Espera Kageyama

Veía como el Rey de la cancha se alejaba y lo miraba con indiferencia. Sentía una opresión fuerte en el pecho que no le permitía respirar. Escuchó un sonido ensordecedor que lo despertó bruscamente: era su alarma y su gato encima de su pecho. Todo había sido un sueño, mejor dicho una pesadilla. Se tocó el rostro y sintió pequeñas lágrimas correr y un desasosiego que lo afligía. /¿Porqué me siento así? Solo es una pesadilla/

Definitivamente necesitaba ayuda urgentemente. Le diría a Suga-san para conversar.

/***/

Después de las primeras horas de clases, caminó por los pasillos y vio desde fuera a los tres mayores conversando. No quería que todo el equipo se enterara de sus dudas existenciales, así que le hizo señas al peligris para que lo viera. Suga se percató de los saltitos y una cabeza naranja, así que fue a ver que tramaba el menor.

-Hinata-le sonrió el mayor-¿por qué no entraste?

-Este...bueno...es que quería contarte algo personal- le dijo sonriendo tímidamente, mirando al suelo y jugando con sus dedos- y no sé...si tendrás un tiempo.

-Sí, claro, si es algo rápido, lo hacemos ahora, pero si crees que tomará más tiempo, te parece si lo hacemos después del entrenamiento?

-Sí está bien, mejor después del entrenamiento ¡Gracias Suga-san!-El setter le sonrió tiernamente, le removió los cabellos y le vio irse.

-¿Era Hinata?- preguntó Daichi

-Sí, pero se tuvo que ir

-Seguro que te estaba fastidiando con las señas de clave para los partidos.

-mmm...-Koshi esbozó una sonrisa de complicidad /Algo me dice que no es eso/

/***/

Las horas transcurrieron y llegó el tiempo de entrenamiento. Las palabras "boke, Hinata, boke" se escucharon con mayor frecuencia ese día en el gimnasio. Estaba fuera de foco el más pequeño de primero.

-Parece que, finalmente, la idiotez también llegó a tu juego- Tobio lo escupió sin ningún tipo de delicadeza.

Shoyo lo miró frunciendo el seño, totalmente frustrado. No podía decir nada, pues era verdad. Estuvo muy impreciso en los remates, sus saques golpearon varias veces todas las cabezas que estaban al frente, los bloqueos se escurrían de sus dedos y una desincronización con el equipo bastante alarmante.

Kageyama lo veía de reojo mientras se hidrataba /Es verdad que no tiene técnica, pero nunca está de holgazán o desconcentrado ¿Tendrá que ver con la conversación que tuvo con Nishinoya y Tanaka?/

Suga también lo miraba con atención y preocupación /necesitamos hablar urgentemente/

-Bueno, creo que es mejor que paremos por hoy. No solo "algunos" están desconcentrados, todos estamos cansados por los entrenamientos en Tokyo. Vayan a sus casas y descansen-dijo el entrenador Ukai.

¿Puedo quedarme contigo? [Haikyuu omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora