28. Seguiré haciendo lo que quiera

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-Y entonces.. ¿qué tal tu cita? ¿cómo te fue? ¿era guapo?- le  preguntaba en plan chisme el omega. A pesar que se habían tratado muy poco, el trabajo continuo hizo posible que se conocieran más. Se dieron cuenta que eran parecidos en varias cosas: los dos eran espíritus libres que buscaban su realización personal, independientes, con el deseo de crecer profesionalmente, capaces de entender la realidad de otras personas desde diferentes ángulos, solo en la concepción de lo que es el amor se diferenciaban: uno empezando a confiar en lo que siente, el otro incrédulo de su existencia; uno con cierta reserva sobre el sexo, el otro con un recorrido amplio en el asunto, diferentes crianzas y distintos estatus sociales.

-shhh.. no lo digas en voz alta, alguien te puede escuchar- Ennoshita trataba de que el tema pasara desaperibido- no le digas cita... dile asunto de trabajo porque para mí fue eso... un asunto de trabajo y nada más.

-Ok, ok, cómo te fue en tu "asunto de trabajo" ¿era guapo? ¿qué tal era en la cama?- le dijo todo entusiasmado Yaku.

Chikara miraba a sus costados para verificar que nadie escuchó y le reclamó entre dientes al libero- Que te digo que no hables tan alto... Y no, no me acosté con él- le respondió avergonzado. /¡¿Cómo se le ocurre  que me voy a acostar con alguien a la primera?!/ Al fin y al cabo, el estudiante de Fisioterapia venia de una educación de clase media-alta con una visión humanista que si bien buscaba el respeto a la libertad, a la igualdad entre géneros y rechazaba cualquier tipo de discriminación, valoraba la entrega, la  familia, el compromiso de pareja. Eso lo tenía muy inculcado- aunque no se diera cuenta- y buscara muchas veces la "libertad" que siempre proclama. El conseguir un trabajo era parte de esa independencia, aunque no lo necesitara.

-Ya, ya, entonces al menos dime si besaba bien porque al menos un piquito de despedida,¿ no?- insistió el mayor

Que no! ya te dije que estoy saliendo con Ryuu

-Aggg, entonces ¿para qué fuiste? ¿para mirarle la cara? Al menos dime si era guapo - Yaku quería todos los detalles. Las citas para matrimonios arreglados al estilo de la familia de la cita de Chikara eran solo vistos en esferas exclusivas de la sociedad japonesa. Solo las familias dueñas de empresas podían realizarlas. Si bien el Estado podía programar citas matrimoniales para los omegas que no estaban emparejados, no se comparaba en nada.

-Sí... creo que era guapo. Me sorprendí mucho cuando lo vi, ya lo conocía. Viene seguido al café, creo que el tampoco sabía que  yo era su cita. Y, no, no fui a mirarle a la cara, solo tomamos un té, él quería llevarme a pasear en un yakatabune y después tomar unos tragos en Odaiba, pero le dije que tenía que estudiar para los finales, cosa que es cierto. Al final, trató de insinuarme que quería pedir a nuestros padres una segunda cita, pero le dije que no, que no estaba interesado. Lo que no me gustó es que al final trató de robarme un beso, felizmente, me di cuenta de sus intenciones y con fina ironía lo mandé a largar... en fin, espero no tener que pasar otra vez por eso.

-Uy, sí, pobre de mí, sálvenme del chico guapo, hijo de empresarios, que me quiere llevar en un yakatabune a la isla de Odaiba- dijo irónicamente alzando los brazos como pidiendo ayuda el omega- Ya quisiera que me tocara algo asi...

-Dices eso porque no sabes lo que implica, cuando cedes, es decir sí a lo que viene: pedida de mano, matrimonio, fusión de bienes y créeme es muy difícil el divorcio en ese círculo. Mi familia, felizmente es de clase media y no creo que me obligue. Solo porque el negocio de mi padre ha crecido, la familia Miya se ha fijado en nosotros, esa familia sí que es de la clase alta y complicada. Yo estoy feliz con  la vida que llevo, amo mi trabajo, mi carrera y a mi novio, estoy muy bien con él- dijo sonriente mientras limpiaba la barra.

¿Puedo quedarme contigo? [Haikyuu omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora